Despertar sensaciones

C.V.G. (Ical)
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La 'Asociación de Familiares de Alzheimer' ofrece una sala de estimulación sensorial 'Snoelezen', que ayuda a recuperar momentos y sensaciones • Hoy se celebra el Día Mundial de esta enfermedad

Despertar sensaciones

Nada más abrir la puerta sorprende un agradable olor a cítrico y las notas musicales de una delicada melodía que acompañan a los brillos fluorescente de tiras de fibra óptica y al leve caer de burbujas que invitan a ser acariciadas. Solo traspasado el umbral, cuatro de los cinco sentidos despiertan sensaciones y alientan a la salida de recuerdos viejos y nuevos. Esto es lo que se percibe al entrar en la sala de estimulación multisensorial Snoelezen de la Asociación de Familiares de Alzheimer de Palencia que en poco más de 20 metros cuadrados es capaz de recuperar lugares, momentos y vivencias que parecían abandonadas en un rincón de la memoria.

Por esta sala pasan 32 de enfermos de Alzheimer pertenecientes a la Asociación, quienes a través de diferentes elementos vuelven a sentir el tacto de las telas de sus antiguas ropas, a percibir aromas de otros tiempos o a reencontrarse con su infancia con la proyección de imágenes de sus pueblos.

José Juan Mérida, psicoterapeuta de la Asociación, asegura que la terapia que se ofrece en esta sala es capaz de estimular a los pacientes hasta el punto de retrasar el avance de la enfermedad y favorecer sustancialmente a su bienestar a través de la relajación. «Muchos llegan con depresión porque son conscientes de su enfermedad y conseguimos estimularlos para que se sientan a gusto al mismo tiempo que trabajamos para ralentizar el avance del Alzheimer», señala.

Los usuarios están en la sala entre 40 y 45 minutos una vez a la semana en grupos de un máximo de cinco personas. Pueden disfrutarla los enfermos de diferentes niveles, desde los que padecen la dolencia en su etapa más incipiente hasta el momento más avanzado, aunque quienes tienen sus capacidades cognitivas menos dañadas son los que un mayor beneficio obtienen.

«Al principio se muestran reacios; les decimos, por ejemplo, que se metan en la piscina de bolas a lo que se niegan, pero en cuanto la prueban les encanta la sensación de estar tumbado sobre ellas», describe Mérida.

Cama vibroacústica. Además de la piscina de bolas, la sala cuenta con un cama vibroacústica con la que se perciben sonidos a través de las vibraciones que produce la música. También hay una mesa con los más variados elementos, desde un calidoscopio hasta una bola para masajes pasando por objetos de diferentes texturas para rememorar viejas telas hasta pantallas táctiles con las que reconocer todo tipo de objetos. Una máquina de aromaterapia les recuerda los olores de siempre y tiras de fibra óptica de diferentes tonalidades les devuelve a la memoria los nombres de los colores.

Pero lo que más gusta a los usuarios de esta sala es, sin duda, dice el psicoterapeuta, tumbarse y ver proyectado en el techo imágenes de paisajes que les llevan a hacer un ejercicio de reminiscencia en el que vuelven a encontrarse en su pasado con su pueblo y lo que fue su vida.

Esta sala fue una de las principales apuesta de la asociación que consiguió hacer realidad hace dos años. Su presidenta, Milagros Carvajal, explica que ofrece una terapia que aunque se lleva practicando desde hace años en países como Holanda, en España es muy puntera e incluye los últimos avances. En la Comunidad ya existen varias como esta, la de mayor tamaño se encuentra en Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer de Salamanca.

El uso de esta terapia forma parte de la unidad de respiro con la que cuenta la Asociación de Familiares de Alzheimer en el Centro Municipal de San Juanillo y se complementa con otros servicios que ofrece a sus asociados.

Por la normalización. Hoy, Día Mundial del Alzheimer, desde la Asociación se hace un llamamiento para la visualización y normalidad de la dolencia que aún es considerada un tabú por parte de la sociedad. «Todavía hay familias que la esconden, que no quieren que se sepa su madre o padre la padece», señala Carvajal.

No es el caso de Mari Díez. Su madre, Graci, de 84 años padece Alzheimer en su fase más avanzada. No solo no le importa contar su experiencia sino que considera que debe ser conocida para ayudar a otras familias a abordar con naturalidad la enfermedad y hace un llamamiento para que ante los primeros síntomas se acuda al médico.

Relata que por razones de índole familiar, el diagnóstico de su madre se retrasó mucho y cuando empezó a ser tratada la enfermedad ya se encontraba muy avanzada. Reconoce que fue un tiempo perdido pero que ahora gracias a la medicación y a la atención que recibe de la asociación ha conseguido, en parte, recuperar. Afirma que de no ser por la terapia que recibe, su madre ya estaría postrada en una silla de ruedas cuando aún goza de cierta autonomía.

Además de beneficiarse del tratamiento, la estancia de su madre en la unidad de respiro de la Asociación permite a Mari Díez disponer de unas horas diarias para ella. «Es una enfermedad muy dura porque dejas de tener tu vida para tener la del enfermo y afecta a la totalidad de la familia», sentencia.

Graci junto a otra treintena de enfermos de la capital palentina y los municipios del alfoz permanecen tres horas diarias de lunes a viernes en la Unidad de Respiro. Comienzan la jornada realizando ejercicios de estiramiento y gimnasia que les ayuda a mantener la movilidad para después hacer actividades cognitivas que incluyen sumas y restas o lectura y que les ayuda a tener activa su mente. Tras un descanso, pasan por la sala multisensorial o salen del centro para participar en una actividad de musicoterapia que imparte la Asociación en otra instalación municipal.

Carvajal recuerda que el Alzheimer es una enfermedad que cada vez sufren más personas y en edades más tempranas. Entre los usuarios de la Unidad de Respiro ya se ven enfermos de poco más de 60 años. En toda la Comunidad, la padecen unas 50.000 personas, cifra que se duplicará en el año 2030.

El objetivo de la Asociación es proporcionar a los enfermos los mejores tratamientos no farmacológicas a su alcance y conseguir que la calidad de vida de estas personas no se vea mermada por la vulnerabilidad que implica las características de la dolencia.