Buenas precipitaciones, reservas en los embalses y unas temperaturas que sin ser óptimas no son malas han provocado que las previsiones de cosecha cerealista sean excepcionales. Tanto que, aunque la de 2017 fue una campaña para olvidar, es más que destacable que las previsiones que hace la Junta de Castilla y León hablen de que el rendimiento en los dos principales cereales en las tierras de Palencia -trigo y cebada- se vaya, cuando menos, a duplicar. Y eso que la superficie dedicada a estos cultivos apenas se ha visto incrementada. La Consejería de Agricultura recoge en sus previsiones que se recogerán 459.533 toneladas de trigo, por las 194.930 que se cosecharon el verano pasado, cuando los cultivos estuvieron acuciados por una sequía impenitente. Esto es, 2,3 veces lo que entró en los silos el pasado año.En el caso de la cebada, el incremento en las previsiones es mucho más pronunciado al pasar de 111.000 toneladas cosechadas a las 367.000 según las previsiones de la Junta.