Valladolid se da tres años para lograr el despegue del Polígono de Paredes

diariopalentino.es
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Incluye la zona industrial urbanizada hace casi una década entre sus prioridades dentro de un ambicioso plan de enajenación de su patrimonio que contempla un horizonte de desarrollo hasta el año 2018

Paredes de Nava espera el despegue definitivo de su Polígono Industrial. Para ser más exactos, Valladolid. Entre los planes de la Administración Regional está dar salida a 47 parcelas de esta zona industrial en la que se invirtió hace casi una década un millón de euros.

Lo que no se ha logrado en 10 años, parece que se quiere conseguir ahora en tres anualidades, ya que Paredes de Nava figura entre las prioridades de la Junta en materia de enajenación de patrimonio inmobiliario en un horizonte máximo de tres ejercicios (2016, 2017 y 2018).

Son 47 las parcelas que se quieren vender de una zona industrial ubicada en la CL-613 de Palencia a Sahagún, a 22 km. de Palencia y a 40 km. de Sahagún.

El Polígono Industrial de Paredes fue proyectado para desarrollarse en una única fase en el año 2007, en un plazo de 8 meses desde su adjudicación, pero no fue concluido hasta 2009 y entregado en 2010 La venta se inició ese mismo año con unos resultados que no han cumplido con las expectativas depositadas en el proyecto.

Un proyecto, el paredeño, que según la información facilitada por la Administración Regional cuando se anunció su adjudicación -en casi 1 millón de euros-, pretendía «remediar la situación de desequilibrio económico de la zona afectada y conseguir un desarrollo equilibrado y armónico con la industria».

Interés primordial. Al mismo tiempo se señaló que la ejecución de esta infraestructura empresarial era «de interés primordial para Paredes de Nava y la amplia comarca palentina de Tierra de Campos».

La obra se ejecutó tras suscribirse en septiembre del año 2004 un convenio entre el Ayuntamiento y la empresa pública Gesturcal.

Con la firma, cedía el Consistorio paredeño nueve hectáreas de terreno y la inversión corría a cargo de Valladolid.

La idea inicial del Ayuntamiento era haber impulsado el área industrial con inversión propia, opción que desestimó y para la que encontró la alternativa del convenio.