Lo que comenzó como una apuesta entre amigos se ha convertido en todo un acontecimiento en la red. A José Antonio Martínez y Gerardo Rodríguez les gusta apostar. El deporte, un acontecimiento social, una reunión de compañeros... cualquier excusa es buena para el reto mutuo.
Pero el fin de sus desafíos es ciertamente curioso, ya que su propósito no es ganar sino conseguir que el contrincante pierda y pase su prueba de castigo.
En esta ocasión también es así. Su propuesta es bajar esos kilos de más que les molestan y, qué mejor, que retándose a lograrlo con el objetivo de ver al contrincante perdedor en paños menores.
Pero el reto llega más allá. «Pensamos que podíamos obligarnos con este compromiso a bajar peso y, al mismo tiempo, lograr sacar dinero para una buena causa», explica Gerardo. El fin lo han tenido claro desde el primer momento: los niños.
«La idea era compatirlo con nuestros amigos y, por cada kilo que perdiéramos cada uno, que ellos nos entregaran un euro para comprar regalos con los que hacer más amena la estancia de los niños que esta Navidad estuvieran ingresados en el Hospital Río Carrión de la capital», concreta José Antonio.
Qué mejor que contactar con sus amigos a través de una red social y por eso optaron por abrir un grupo en Facebook -No estamos gordos, que sabemos lo que queremos- y así todos los interesados podrían unirse a la causa.
Pero la idea inicial «¡se nos ha ido de las manos!», reconocen satisfechos estos dos palentinos. La apuesta ha gustado tanto que, en estos momentos, son más de 220 los miembros que se han sumado a esta iniciativa y, si las previsiones se cumplen, podrían alcanzarse los 300.
«Con más de 200 personas detrás apoyándonos y con lo concentrados que estamos en bajar peso, hemos decidido que se pague diez euros como máximo», subrayan, aunque en esta causa tiene cabida todo tipo de ayudas y «el que quiera dar menos es tan válido como el que desee aportar más».
Los primeros resultados no se han hecho esperar. Tras una semana de régimen, los dos amigos han restado once kilos de sus cuerpos o, lo que es lo mismo, han sumado cientos de euros para la causa.
¿Cómo lo están logrando? Gerardo revela que se ha apuntado a un gimnasio, tiene un preparador físico, hace mucho deporte y lleva una dieta muy sana. José Antonio concreta que sale a correr todos los días y su alimentación se centra en fruta, caldos y alimentos cocinados a la plancha.
más allá. El día 15 de diciembre termina la apuesta, pero el sacrificio realizado estas semanas «intentaremos que no se pierda de repente, al menos para demostrar que ha merecido la pena en todos los sentidos».
Y es que, si todos los que han decidido apoyar esta iniciativa cumplen su palabra, la recaudación superaría los dos mil euros. «Tenemos que ampliar el fin de la apuesta, ya que no pensábamos contar con tanta gente y creemos que podemos ayudar a más niños de los previstos», reconocen.
Para tranquilidad de los apostantes, «las compras y las inversiones que se hagan se justificarán, para que todos los que nos están apoyando sepan en qué se ha invertido su dinero», puntualizan.
Hasta entonces solo queda esperar, seguir deseándoles suerte y, sobre todo, agradecer que existan personas que, aunque sea a través de una «apuesta ridícula» -como ellos la denominan- logren reunir cientos de euros y puedan invertirlos en una sonrisa para los más pequeños.
Familia, amigos y desconocidos
Entre los miembros del grupo abierto en Facebook hay una gran variedad de seguidores. Amigos, familiares, compañeros de trabajo, empresarios, palentinos que viven en el extranjero, personas desconocidas para los apostantes y hasta el propio alcalde de la ciudad se han sumado a esta iniciativa.
Todos son parte esencial de esta apuesta, ya que sin ellos no sería posible lograr el objetivo. Para facilitar a los seguidores el compromiso adquirido, Jose Antonio y Gerardo han abierto una cuenta en la que se podrán realizar los ingresos.