Trascendente partido del Becerril, en su lucha por lograr el play-off, en el complicado campo de La Llanera, ante una Bañeza que nada se juega, pero que es su feudo es peligroso. «Allí sólo han ganado Deportivo, Numancia B y Mirandés B. Llevan cinco jornadas sin ganar y posiblemente nos enfrentemos a ellos en su peor momento, pero sigue siendo un partido complicado. Yo comparo a La Bañeza con aquellos equipos norteños, tipo Velilla o Guardo, de los años setenta, tremendamente correoso y complicadísimo en su terreno de juego», manifiesta su técnico, José Antonio Hernando.
No estará solo el cuadro terracampino. No le faltará el aliento de su fiel afición en las gradas, como ya ocurriese en Simancas. A los seguidores que habitualmente viajan en el autocar del equipo se unirán los que de desplacen en otro pagado por el Ayuntamiento.
Para este encuentro ante los bañezanos, José Antonio Hernando cuenta con las bajas por sanción de Fredy, Sergio y Víctor, que vieron la quinta tarjeta amarilla ante el Bembibre, sumándose a las de larga duración de Varo, Crespo y Chaque. Por contra, recupera, y esa es la gran noticia, a su capitán Melero.
Los morados, como todos los equipos de este grupo, afrontan cuatro decisivos partidos en once días. «Yo reconozco que nosotros para ganar los partidos tenemos que jugar a 180 pulsaciones por minuto durante los 90 minutos y luego que decida la calidad de Blanco, Melero, Víctor, etc... Pero así es imposible poder jugar todos los días. Por eso, yo quería haber ganado al Bembibre de otra manera, pero no pudo ser. Lo que tengo miedo es que el equipo se me quede sin gasolina en esta recta final de la liga en la que luchamos por el bonito sueño de meternos en el play-off».
Haciendo buena una de sus míticas frases, el pibón del baile sigue mirando al Becerril. «Claro que nos ha echado el ojo, y nosotros a ella. Lo que pasa que hay otros equipos a los que también está mirando de reojo, pero en este momento nosotros estamos en la pista y ellos están en la barra. A ver si al final del baile nos llevamos nosotros al pibón».