El sacrificio domiciliario del animal era un trabajo habitual a estas alturas del invierno a lo largo y ancho de la provincia, una forma de llenar la despensa y asegurarse provisiones durante todo un año. Una tradición centenaria propia de nuestros ancestros que el Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión y el Club de Entibadores Palentinos se han propuesto recuperar para mantener viva la llama del recuerdo entre sus vecinos más longevos y enseñar a las nuevas generaciones lo dura y sacrificada que era antaño la vida en el campo La jornada de la matanza del cerdo vino pareja a una ruta gastronómica en seis establecimientos hosteleros de Velilla y Camporredondo de Alba, que sirvieron tapas y menús especiales durante todo el fin de semana. Entre los clientes que hayan completado todo el recorrido, se sorteará una cena para dos personas y un cerdo (o su equivalente en metálico). [Galería de imágenes en el Facebook de Diario Palentino]