Un motor cultural de más ocho siglos

DP
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La restauración del monasterio de Santa María la Real de Aguilar devolvió, hace ahora 40 años, la vida a un elemento dinamizador de la cultura, educación y arte en la comarca

Instituto de Enseñanzas Secundarias y puerta de entrada al Románico Norte, a través del Rom, fueron los dos nuevos pulmones que insuflan aire a diario al Monasterio Santa María la Real de Aguilar de Campoo desde hace ahora cuatro décadas, momento en el que el conocido por los aguilarenses como “convento caído” retornó a la vida tras una restauración ejemplar acometida por el conocido arquitecto y viñetista, José María Pérez ‘Peridis’. Convirtió un amasijo de piedras en un elemento de dinamización social, cultural y educativa para la Montaña Palentina como sede de la Escuela de Idiomas y de la Uned, entre otras.

“El monasterio es un complemento a la oferta de Turismo y Cultura de la zona”, explica el responsable del centro Rom, César del Valle, quien señala que este emblema de la villa galletera se ha convertido en uno de sus grandes recursos patrimoniales de la comarca norteña y en ello ha tenido mucho que ver la difusión y el conocimiento del Románico”. De hecho, el propio centro Rom, ubicado en el edificio, es la puerta de entrada al conocimiento de este estilo artístico en una de las zonas de Europa con mayor concentración de este arte.

Precisamente, se ha erigido como uno de lo ejemplos más claros de Románico palentino, dentro de un edificio que se podría decir casi didáctico. Un románico caracterizado además de por su gran densidad, por su magnífico estado de conservación y divulgación gracias a la labor llevada a cabo por Santa María la Real, amparada por el éxito de la restauración de este edificio, hace ahora 40 años.

En su interior conviven perfectamente los estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional con los amantes del arte románico que visitan este centro, custodiado por César del Valle y Cristina Párbole, que a diario trabajan entre los muros del monasterio, con la misma función que la de un antiguo custodio, la de mantener viva la historia, preservar la conservación de los templos y mimarlos para que sean legado para las generaciones futuras. Pero, sobre todo, la de promocionar el patrimonio románico del norte palentino.

Ejemplo de la restauración patrimonial

El edificio, fundado en el siglo IX, y ampliado sucesivamente hasta el XVIII, fue lugar de emblemáticos capitales que hoy pueden verse en el Museo Arqueológico Nacional, dada la situación que tenía el monasterio antes de la actuación, generada por la ley de desamortización de Mendizábal que inició su ruina y abandono, al igual que el de tantos otros edificios religiosos del país. Fue a finales de los 70 cuando la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María la Real, presidida por Peridis, emprendió la gran tarea de restauración y rehabilitación del cenobio.

La actuación no sólo es icónica dentro de la localidad del norte palentino, sino que es un ejemplo de los procesos de restauración de edificios a nivel internacional. De hecho, la intervención en el monasterio, convertido en centro de educación y escuela-taller por la Asociación de Amigos del Monasterio, logró el Premio Europa Nostra.

La puesta en marcha en el viejo cenobio de los primeros programas de Escuelas Taller y Talleres de Empleo sirvió no solo para recuperar el monasterio, sino también para dar formación y empleo a cientos de jóvenes. Hoy por hoy, gracias a aquel primer impulso, el espacio es un auténtico foco de dinamización cultural, del que, poco a poco, han ido naciendo nuevos proyectos. No en vano, en el monasterio conviven en armonía el instituto de Educación Secundaria de la localidad; la sede de la UNED; el Centro Expositivo Rom: románico y territorio, diseñado y gestionado por la Fundación, y la Posada de Santa María la Real. Asimismo, el monasterio ha sido monitorizado en el marco del Plan de Intervención Románico Norte.

Hay que destacar que esta iniciativa que arrancó en los 70, se convirtió el inicio de la gran trayectoria que tiene a sus espaldas la actual Fundación Santa María la Real en la restauración patrimonial, con más de medio millar intervenciones en bienes patrimoniales de diferentes tipos como arquitectura, restauración y paisajismo.