Una tregua para la esperanza

Agencias
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Israel y Hamas firman un alto el fuego indefinido durante el que el Gobierno judío levantará su bloqueo sobre Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria y material de construcción

CELEBRACIONES DEL ALTO EL FUEGO EN GAZA - Foto: MOHAMMED SABER

 
 
Si bien no existe nada definitivo, la esperanza de que se pueda firmar una paz duradera en Oriente Próximo registró ayer un importante  paso, después de que Israel y Hamas firmaran un nuevo alto el fuego «permanente e indefinido», que entró en vigor a las 19,00 horas locales (las 18,00 horas en España) y que pondrá fin a los casi dos meses de escalada de violencia en la región.
El acuerdo, además, también registrará un hecho histórico, ya que supondrá que, por primera vez desde 2007, el Ejecutivo hebreo levante el bloqueo a la franja, permitiendo la entrada de ayuda humanitaria y material de construcción para la rehabilitación de los cientos de edificios destruidos durante la operación Margen Protector, iniciada el pasado 8 de julio.
La tregua, conseguida bajo la mediación de Egipto en las conversaciones mantenidas en El Cairo entre las facciones palestinas y la delegación del Gobierno judío, fue anunciada con alborozo por el presidente de la ANP, Abu Mazen, quien defendió la necesidad de mantener nuevas consultas para evitar otra «guerra» en el enclave costero.
Asimismo, el dirigente árabe expresó su agradecimiento a los «esfuerzos egipcios, que comenzaron hace tiempo para intentar satisfacer a todas las partes», e insistió en buscar respaldos internacionales. «La cuestión ahora es: ¿Qué pasa a continuación? ¿Gaza ha sufrido tres guerras y estamos esperando otra más?», se preguntó en su discurso, que fue celebrado en las calles de la franja por miles de personas. 
Mientras, desde el lado israelí, se mostraron cautelosos y advirtieron, justo después de confirmar el alto el fuego, de que solo aceptará volver a las conversaciones en El Cairo con las facciones palestinas si se produce un «cese total» de los «ataques terroristas» desde la franja, en alusión a los lanzamientos de cohetes desde el territorio árabe.
De hecho, está previsto que las negociaciones indirectas entre los dos bandos se reanudarán dentro de un mes, según especificó un portavoz hebreo. 
El anuncio de un alto el fuego era algo esperado desde el pasado fin de semana. Es más, el Gobierno palestino había apuntado el pasado lunes que, en caso de que Israel no moviera ficha, acudiría al Tribunal Penal Internacional para denunciar al Gobierno judío.
A primera hora de la mañana de ayer, todos daban ya por hecho la implantación de la tregua. Sin embargo, y pese al inminente cese de las hostilidades, judíos y palestinos continuaron con sus ataques. Así, 10 árabes y un israelí perdieron la vida a causa de los bombardeos efectuados hacia y desde Gaza, apenas unas horas antes de que entrara en vigor el acuerdo. Solo unos minutos antes del inicio del alto el fuego, un proyectil judío mató a tres ciudadanos en una ofensiva sobre Rafá, que también causó decenas de heridos.
Desde el inicio de la ofensiva sobre el territorio costero, 2.141 palestinos han perdido la vida y 475.000 -lo que equivale a una cuarta parte de la población de la franja- han tenido que huir de sus hogares. En el lado israelí, un total de 69 personas han muerto.