Con las fiestas del Carmen y de la plaza de la Estación, Alar del Rey ha dado el pistoletazo de salida a la época estival. Una programación que continuará en el mes de agosto con la celebración de la festividad de las Piraguas y las patronales de San Luis.

Con respecto al emblemático espacio alarense, se vistió ayer de fiesta para honrar a todos aquellos ferroviarios que, una vez al mes, entregaban una peseta  para cubrir los gastos de un festejo que se realizaba cada año en su honor.

La tradición proviene de más de un centenar de familias que vivía en la localidad y que fue retomada en 1988 cuando un entusiasta grupo de vecinos, a los que se incorporó San Quirce de Río Pisuerga, quiso reanudar la costumbre.  

Desde entonces, el tercer sábado de cada mes de julio los alarenses y veraneantes de la zona tienen una cita con el municipio.

La jornada festiva arrancó con el tradicional vermut en el bar La Estación y continuó con una comida popular en la que participaron todos los vecinos de la plaza.  Acto seguido, los más pequeños pudieron disfrutar de juegos infantiles.

Al mismo tiempo, los amantes de los bolos o de la tuta, pusieron en práctica sus tácticas y habilidades para ser los ganadores de esta nueva edición.

Poco más tarde, tuvo lugar una sesión de baile que estaba previsto que siguiese hasta altas horas de la madrugada.

Amenizada por una gran chocolatada y por trigésimo año consecutivo, tuvo lugar la tradicional quema de la mascota a cargo del maestro Juanjo Vallejo, un experto en la materia. Una mini falla alarense realizada a base de cartón pintado, principalmente, que de forma habitual gira en torno a un personaje famoso o a algún suceso de actualidad, y que tiene por finalidad dar por concluida la fiesta en honor a los obreros del ferrocarril.

FIESTA DEL CARMEN. No obstante, fueron los vecinos de la calle del Carmen los primeros en zambullirse en el ambiente lúdico de la temporada estival ya que, en colaboración con el Ayuntamiento, elaboraron un programa de actividades en honor a su patrona. Además, como cada año, todos los balcones de la calle que lleva su nombre se engalanaron con sábanas blancas y claveles de diferentes colores.

La jornada comenzó a las 12 horas del pasado lunes, día 16, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen con una misa cantada por el coro de la localidad.  Acto seguido, la virgen del Carmen recorrió en procesión varias calles del municipio acompañada de las mujeres cofrades. Durante la ceremonia, los integrantes del grupo de bailes de Alar amenizaron el acto a los presentes con la puesta en escena de varias piezas de folclore y otro tipo de danzas.

Por la tarde fue el turno del público infantil que, en la calle dedicada a la patrona, pudo divertirse con varias actividades: juegos populares, un campeonato femenino de bolos, una fiesta de la espuma y una romería.

El broche de oro vino de la mano de una pequeña verbena que  los vecinos afincados en dicha calle se encargaron de abonar para que todos los alarenses pudieran disfrutar.