Piden 7 años para el gerente de un club por trata de mujeres

ALBERTO ABASCAL
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El fiscal acusa a O.A.B. de un delito agravado con el abuso de situación de vulnerabilidad de la víctima para fines de explotación sexual · La mujer tiene la condición de testigo protegido

El Ministerio Fiscal ha solicitado provisionalmente para el administrador de un club de alterne de la provincia situado junto a la A-62, e identificado como O.A.B., la pena de siete años de prisión como presunto responsable de un delito de trata de seres humanos con abuso de situación de vulnerabilidad para fines de explotación sexual en concurso con un delito relativo a la prostitución coactiva por abuso de necesidad, después de que fuera denunciado por una mujer que tuvo que ejercer la prostitución durante un año y medio en el local para pagar la deuda contraída por el viaje y la estancia que, al parecer, le había exigido el procesado.

Según el escrito de acusación provisional suscrito por el Ministerio Fiscal, el procesado supuestamente traía mujeres extranjeras desde sus países de origen, que habitualmente sufrían necesidades económicas, engañadas con el pretexto de que «ganarían mucho dinero». Para ello,  siempre según el fiscal, actuaba a través de otras mujeres que se encontraban en el club y enviaban sms a conocidas de sus respectivos países.

La denuncia que dio origen a la apertura de diligencias es el relato ofrecido por una víctima, que se encuentra en situación de testigo protegido, que residía en Paraguay, de 19 años y que trabajaba en una tienda de ropa, obteniendo ingresos insuficientes para ella, su madre y su abuela, que dependían de ella.  Así las cosas, en junio de 2013 recibió un sms en el que le indicaban que en España «podía ganar mucho dinero». El fiscal pormenoriza que le indicaron que si venía le pagarían el billete. Tras pensárselo, decidió viajar a España, para lo que obtuvo el pasaporte, el correspondiente billete, además de recibir supuestamente del acusado 1.000 euros que retiró en el Banco Visión de su ciudad.   

El 26 de octubre de 2013 decidió viajar en un vuelo con destino inicial a París para enlazar otro vuelo con llegada a Madrid. En el aeropuerto fue recogida por O.A.B. que la trasladó hasta el club, donde le retiró los 1.000 euros que inicialmente le había dado, además de asignarle una habitación por la que tenía que pagar 40 euros diarios, incluida comida y alojamiento. Su trabajo era de 5 de la tarde a 3 de la madrugada de lunes a viernes y los fines de semana de 4 de la tarde a 4 de la madrugada.  El trabajo de la mujer, explica el Ministerio Público, era alternar y mantener relaciones sexuales con los clientes (el pase tenía un precio de 50 euros). 

Las ganancias que obtenía servían  para pagar la supuesta deuda contraída (billete, alejamiento, etc). La mujer saldó la misma después de año y medio realizando la labor descrita y el 7 de febrero de 2017 denunció los hechos.