En Castilla y León hay 23.000 trabajadores más que cotizan a la Seguridad Social que hace un año. Sin embargo, este incremento no frena la caída de ingresos de la caja de donde tiene que salir las pensiones de los jubilados. En concreto, en el arranque de este año las aportaciones de los trabajadores de la Comunidad han caído 10,2 millones de euros respecto al mismo periodo de 2014.
En términos absolutos, la afiliación al sistema se elevó en la Comunidad, un 2,2 por ciento entre enero y mayo de este año, respecto a 2014, hasta las 871.776 personas, pero la recaudación menguó de 1.101 a 1.091,2 millones en el mismo periodo.
¿Qué ocurre para que con un 2,2 por ciento más de afiliados las cotizaciones no suban? Comisiones Obreras culpa a la precariedad laboral, con un 40 por ciento de los nuevos contratos a tiempo parcial, los salarios más bajos y a las bonificaciones para fomentar la contratación y el autoempleo como tres de las razones de que siga cayendo la aportación de Castilla y León a la caja de la Seguridad Social.
En un análisis por provincias, se observa que el aumento del número de trabajadores que cotizan se repite en toda la Comunidad, pero sólo en las que el incremento supera el tres por ciento crece la aportación por vía de las cotizaciones. Es el caso de Palencia, con un 3,4 por ciento más de afiliados y un aumento del 0,5 por ciento en los ingresos de la Seguridad Social (que suponen 78,15 millones de euros) y de Valladolid, donde aumenta un 3,3 por ciento el número de trabajadores y un 0,6 por ciento las aportaciones a la tesorería (261,15 millones).
En el extremo contrario se encuentra León, con una caída de los ingresos por cotizaciones superior a tres puntos (199 millones de euros)con un 1,4 por ciento más de afiliados. El conflicto de la minería resulta determinantes a la hora de ver la caída.
Asimismo, pese a que los cotizantes subieron un 2,3 por ciento en Ávila (57,42 millones de euros) y un dos por ciento en Soria (44,65 millones) y Segovia (63,61), la recaudación descendió un 1,1 por ciento en la provincia abulense, un 1,6 por ciento en la soriana y un 1,2 por ciento en la segoviana.
Pensiones. Estos datos ratifican nuevamente la descompensación entre el gasto en el pago de pensiones y los ingresos para su mantenimiento en Castilla y León. Según los últimos datos que maneja la Seguridad Social, los ingresos por cotizaciones de los trabajadores alcanzaron los 1.091 millones hasta mayo mientras que el pago de subsidios ocasionó un gasto de 2.408 millones de euros. O lo que es lo mismo, al mes se ingresan 220 millones y se gastan 480 millones. Insostenible sin un criterio de caja única para todo el país.
El 25 por ciento de la población de la Comunidad, percibe una pensión, mientras que la media del Estado no llega al 20 por ciento. En este sentido, indicó que sigue destacando León, con casi el 30 por ciento de la población como perceptora de pensiones contributivas. En Castilla y León en junio se contabilizaban 1,45 trabajadores por cada pensionista, por debajo del ratio estatal de 1,86.
El responsable de Salud Laboral y Seguridad Social de CCOO Castilla y León, Mariano Sanz, advirtió de que si no se toman medidas de forma urgente para elevar los recursos del sistema, el Gobierno se verá obligado a adoptar nuevas reformas que rebajar aún más las prestaciones y establecerá más dificultades para acceder a las mismas. En este sentido, propuso elevar las bases de cotización en un esfuerzo «compartido» entre empresarios y trabajadores; vincular determinadas pensiones, como las de viudedad y orfandad, y las bonificaciones empresariales, a los presupuestos del Estado; y destinar fondos suficientes a luchar contra el fraude y la economía sumergida.