Durante casi una década, la Liga presumió de tener el mayor duelo individual que vender dentro de un deporte colectivo: Leo Messi frente a  Cristiano Ronaldo. Muchos situaron ese enfrentamiento a la misma altura que las batallas épicas libradas en el pasado por Larry Bird y Magic Johnson en la NBA, Ayrton Senna y Alain Prost en la Fórmula Uno o Mike Tyson y Evander Holyfield en boxeo. Sin embargo, el domingo el Camp Nou asistirá al primer ‘clásico’ sin ambos colosos en nueve años. 

Fue en julio de 2009 cuando el portugués llegó al Real Madrid. Era el ‘clavo ardiendo’ al que se aferraban los blancos para intentar sacar de la cima al conjunto azulgrana, que acababa de conquistar su tercera Copa de Europa de la mano del argentino.  Con su aterrizaje en el club de Chamartín se inauguró una nueva era en los ‘clásicos’, que pasaron a otra dimensión.  

Manuel Pellegrini fue el entrenador en aquella primera temporada del luso en la capital, aunque solo duraría un año antes de ser sustituido por José Mourinho. Fue entonces cuando los  Barça-Madrid elevaron su efervescencia con partidos muchas veces tan exagerados en su pasión que resultaron hasta desagradables. 

En total, se registraron 32 duelos directos entre ambos futbolistas. Messi ganó 14, mientras Cristiano venció en ocho y otros tantos acabaron en empate. El argentino marcó 19 goles y el portugués hizo uno menos. El último choque entre los dos ocurrió el 6 de mayo pasado, un encuentro intrascendente en el tramo final de una Liga que el Barcelona ya tenía en el bolsillo mientras el Madrid preparaba su asalto a una Champions que acabaría conquistando por tercer año consecutivo. 

Precisamente, el 26 de mayo, 10 minutos después de ganar esa nueva Copa de Europa, ‘CR7’ sugirió que aquel partido ante el Liverpool había sido el último de su trayectoria con la camiseta blanca. Lo impensable comenzaba a hacerse realidad y el 10 de julio se oficializó su traspaso a la Juventus.