Pico, pala y delicadeza

Mirella Mediavilla
-

El yacimiento Camino de las Ánimas sigue sacando a la luz los entresijos de la Legio IIII Macedónica que permaneció en el norte de la Península Ibérica de los años 20 a.C al 40 d.C

Hace miles de años, en lo que hoy se conoce como el municipio de Herrera de Pisuerga, la Legio IIII Macedónica permaneció entre los años 20 a.C. al 40 d.C. Los restos de aquella antigua civilización se mantienen congelados en el tiempo gracias a la capa de tierra que los ha protegido durante todos estos siglos, surgiendo así el yacimiento arqueológico Camino de las Ánimas.

Enmarcado dentro de uno de los conjuntos históricos más importantes de la provincia, ha sido objeto de excavación desde 1930. Con gran pasión y delicadeza, los profesionales han conseguido identificar estructuras y niveles arqueológicos junto al camino y vía romana  hasta entonces desconocidos.

Con la colaboración de jóvenes llegados de diferentes puntos de la geografía española y de una gran variedad de universidades, las labores intermitentes de excavación en las inmediaciones del municipio tienen la finalidad de hacerlo un lugar de interés histórico y arqueológico visitable. Algo que podría suceder en un par de años, una vez clarificado e interpretado.

Por lo que se ha podido comprobar hasta el momento, los romanos que estuvieron asentados en la localidad situada en la margen derecho del río Burejo y a las afueras del casco urbano, han dejado un gran legado objeto de estudio. Tareas de laboratorio, clasificación y sobre todo, de búsqueda y trabajo de campo son los procedimientos a seguir para que, finalmente, los amantes del pasado puedan disfrutarlo en museos o exposiciones.

Desde que empezaron, pico y pala, no han hecho más que encontrar a cada paso que dan objetos únicos, construcciones insólitas y los restos más antiguos y mejor conservados entre los que destacan piezas de vasijas, huesos, cráneos de vaca e incluso un telar de la época romana. Algo insólito que como apunta Cesáreo Pérez, director de la IE universidad de Segovia, «es una reliquia que no se encuentra en cualquier lugar».

Con todos estos vestigios, no es de extrañar el interés que el yacimiento ha despertado. Además, los responsables de la excavación advierten de la existencia de una población militar que se ha superpuesto a la civil, de la que ya son conocedores.

Pérez, uno de los encargados de que el proyecto salga adelante explica que «este año hemos planteado las excavaciones y además en septiembre haremos la prospección de georadar en determinadas fincas de alrededor de Herrera para sacar a la luz otras villas romanas que hay». De este modo, los profesionales excavan sobre terreno estudiado y con unas pautas previas que indican la existencia de restos u objetos procedentes de las civilizaciones pasadas.

Por otro lado, el carácter, extensión, trazado y pervivencia de este asentamiento son aspectos poco conocidos y de un gran interés científico, así como su relación con el campamento militar contiguo y la Pisoraca que la sitúan como inicio y final de vía romana.

En este sentido, la localidad norteña cuenta con un aula arqueológica que es una reconstrucción de la época y recupera los elementos de la población civil y militar que permanecieron asentados.

complementos. Además, en la Casa de la Cultura estará abierta al público hasta el 31 de julio la exposición itinerante Excavación Arqueológica en la provincia de Palencia que ofrece un resumen de los resultados de las doce excavaciones arqueológicas realizadas en 2017 en la provincia. Esta muestra al público tiene como objetivo el patrocinio, conocimiento y divulgación de nuestra historia.

Como complemento de la campaña de excavaciones y de la exposición arqueológica se han programado siete charlas y una mesa redonda donde se abordarán temas como la zooarqueología romana o la etnoarqueología de la sal y del metal, entre otras, a cargo de prestigiosos expertos como Ángel Peláez o Pablo Rivas.