El base aguerrido

David del Olmo
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Quique Garrido no jugará como local en el 'Marta Domínguez' la próxima temporada • Ha completado cuatro temporadas de su historial en las filas del Quesos Cerrato Palencia derrochando pundonor y canastas imposibles

El base aguerrido - Foto: dp

En el verano de 2010 llegaba al Palencia Baloncesto un base barcelonés que ya se había medido a los de Natxo Lezkano en varias ocasiones tanto en la LEBPlata como en la Adecco Oro, donde ya militaban los palentinos desde el curso anterior, justo en el que había debutado Enric Garrido Foz en las filas del potente Ciudad de La Laguna.

Garrido, al que en Palencia rápidamente se le conoció cariñosamente como Quique, había ofrecido buena muestra de su valía en las campañas anteriores como rival en el citado equipo canario y, sobre todo, en el Ourense, el Tarragona y el Peñas Huesca. Con este último cuajó una actuación sobresaliente en el duelo directo de la liga regular, decantando el triunfo del lado oscense con sus puntos en un final espectacular.

Su primera temporada fue más que buena en lo individual, marcando el ritmo del juego del equipo durante más de 25 minutos y promediando 10 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias. Aunque su explosión llegaría en el decisivo play-out por la permanencia, donde con la ausencia por lesión de su compañero en las tareas de dirección, AdriánFuentes (que ya había comenzado la campaña en un proceso de recuperación de una grave lesión de rodilla), acaparó gran protagonismo como director y también como prolífico anotador. 17 puntos de media en los tres duelos ante el Adepal Alcázar (3-0 para los morados), con 56% en los triples (9/16), 2,7 rebotes y 4 asistencias en 32 minutos de juego por choque, con 19,7 de valoración media.

La segunda campaña, con el corazón de los aficionados ganado para la causa, el base disputó los 34 partidos del campeonato compartiendo la dirección con el sobrio Raúl Mena, ofreciendo buenas prestaciones, aunque el equipo finalmente no pudiera alcanzar un merecido premio de participar en el play-off. Guiando el juego de los O’Leary, Moss o Xavier, que en su conjunto encandilaron a sus aficionados tras la agónica campaña anterior, Garrido promedió ese segundo curso en el Marta Domínguez 6,7 puntos y 3,3 asistencias en 22 minutos.

JUGANDO EL ‘PLAY-OFF’. En la temporada 2012-13, la primera en la que el equipo palentino disputó la fase por el ascenso, el base catalán, totalmente asentado como uno de los líderes del vestuario de Natxo Lezkano, sufrió algunos problemas físicos que le mermaron a lo largo de la liga regular y le impidieron afrontar las semifinales ante el Alicante.

De la liga regular jugó 22 de los 26 encuentros, volviendo a su perfil mas anotador (8,9 puntos de media en la temporada regular, con 52,3% en los triples), dado que este año formaba tándem con Xavi Forcada, reconvertido desde la posición de escolta y jugador menos dado a la anotación que Garrido.

En los cuartos de final jugó los cinco duelos ante el Lleida, desacertado en el lanzamiento (salvo en los tiros libres) y mermado físicamente, lo que le impidió ayudar a sus compañeros en la siguiente ronda.

Y por fin su cuarta y última temporada en tierras palentinas. De menos a más, con un mal inicio de campaña, en el que las cosas no le salían como hubiera deseado, para acabar brillando en el play-off con actuaciones espectaculares en algunos momentos importantes de los duelos decisivos. Jugó su primera Copa Príncipe, como su equipo, y su primera final de play-off hacia la ACB (con el Ciudad de La Laguna jugó una semifinal hasta el quinto encuentro en la 09-10).

GARRA Y PERSONALIDAD. Pero al margen de números, que también son indudables a lo largo de sus 132 partidos en el actual Quesos Cerrato Palencia, son otras cualidades las que han sido más valoradas por sus seguidores.

La personalidad en los momentos en los que el balón parece quemar, el talento ofensivo, la garra defensiva para pelear sin amilanarse incluso ante jugadores de mucha más envergadura y haber dado la cara en los malos momentos han hecho que se ganara el corazón de los palentinos, también con su naturalidad fuera de la cancha. Su etapa en Palencia ha finalizado, pero siempre quedarán en el recuerdo sus triples imposibles y sus demostraciones de garra calentando el Marta Domínguez.

Hasta siempre.