Aunque no es lo habitual en las localidades de este tamaño, en Calahorra de Boedo se enorgullecen de contar con cinco niños, con edades comprendidas entre los 7 meses y los 3 años. A ellos está dedicado este simpático nacimiento, con el que se estrenan en el concurso de belenes reciclados.

¿Es la primera vez que se presentan?

Sí, es el primer año que participamos y la experiencia ha sido muy grata. Hemos hecho muchas cosas en común y nos hemos reunido mayores, jóvenes y pequeños para hacer este belén. La asociación que ha estado detrás de todo este trabajo es Calaboe. Somos unas15 personas y normalmente nos reunimos para charlar, hacemos chocolatada, manualidades... y sobre todo actividades para los niños, porque tenemos cinco. 

¿Cómo se decidieron a participar?

Fue por Ana María, del Consorcio, que vino a darnos una charla sobre el reciclaje y nos lo comentó. Al principio estuvimos un poco dudosos, pero luego surgió así y, aunque no ganemos, nos quedamos con los buenos ratos. Hemos tardado aproximadamente un mes en hacerlo todo y hemos utilizado muchos tipos de materiales: plástico, latas, canicas, bombillas, posos de café, silicona...

¿A qué se debe su nombre?

Se llama Belén Infantil porque se lo hemos dedicado a los niños, que también han colaborado con nosotros. Tienen entre 7 meses y 3 años y medio. Tampoco teníamos una idea clara de antemano, sino que fue surgiendo con los materiales que podía aportar cada uno. Es alucinante saber que esas cosas que tiramos sin más se puedan convertir en un belén como este.

¿Qué han aprendido sobre protección del medio ambiente gracias a este concurso?

Hay que ser conscientes de somos nosotros los que tenemos que cuidar la naturaleza, porque no puede cuidarse ella sola. Es bueno que la gente tome consciencia de que se puede hacer mucho desde casa, simplemente reutilizando y separando los residuos.