El expresidente del Barcelona Sandro Rosell defendió ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que el fichaje del futbolista brasileño Neymar ascendió a 57 millones de euros, tal como informó el club desde un inicio, y explicó que los casi 30 millones de euros supuestamente no declarados, que levarían el traspaso hasta los 87 ‘kilos’ no corresponden a la operación de la compra.

El que fuera mandatario ‘culé’ Rosell, al que se atribuye un delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción, respondió durante casi tres horas a las preguntas del juez instructor, del fiscal Anticorrupción, José Perals; de su abogado, Ignacio Ayala; pero se negó a contestar a las preguntas de la defensa del socio Jordi Cases, que presentó la querella. En ese interrogatorio, el catalán explicó que la entidad azulgrana abonó, tal y como se dijo en un principio, 57,1 millones por el traspaso de la estrella ‘carioca’: 17,1 para el Santos, anterior equipo del futbolsita brasileño, por los derechos federativos y 40 para la empresa de N&N, propiedad del padre de Neymar.

Asimismo, el expresidente reconoció que, en su momento, no leyó «la letra pequeña» del contrato y tan solo se limitó a estampar su firma en los mismos. Sin embargo, aseveró que después de su imputación repasó todos los términos del contrato y que su conclusión es que solo cabe felicitar a la asesoría jurídica del club por el trabajo realizado. «Se hizo todo de una forma excelente», resaltó.

El exmandatario de la entidad ‘culé’, a la que se atribuye como persona jurídica un delito de fraude fiscal por importe de 9,1 millones de euros, prefirió no hacer declaraciones a su salida de la sede judicial.

Por su parte, el representante legal del club, Antoni Rosich, defendió que Rosell consiguió por 57 millones un fichaje que podría haberse elevado a casi 100 por su «capacidad de seducción» y la ilusión que le hacía al futbolista jugar en el Barça. En total, Ruz investiga los 10 contratos que el Barça firmó con la empresa del padre de Neymar y el Santos para incorporarlo a su plantilla. Según la Agencia Tributaria, el club catalán dejó de abonar al menos 9,1 millones de euros a Hacienda en relación con el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al no tributar por pagos por valor de 37,9 millones de euros que se realizaron entre 2011 y 2013.

Según la acusación, Rosich y Rosell dieron diferentes versiones sobre la naturaleza de una transacción por valor de cuatro millones de euros que el Barça hizo a N&N en 2013 y que se consignó con la denominación «contrato de agencia». Además, el representante legal del Barça también fue preguntado por un contrato por valor de 7,9 millones de euros que el club firmó con el Santos para la adquisición de tres jóvenes valores de su cantera. El más caro de todos ellos, Víctor Andrade, por el que se desembolsaron 3,2 millones de euros, recaló gratis, posteriormente, en el Benfica.

 Los dos comparecientes también consideraron «normal» la comisión del cinco por ciento que, según los contratos, se llevaba el padre de Neymar por cada uno de los pagos del Barça.

 También declaró, aunque como testigo, el representante de la auditora Deloitte, Artur Amich, que firmó los informes de cuentas anuales del Barcelona, quien corroboró que el fichaje de Neymar ascendió a 57,1 millones de euros.

En función de estas comparecencias, también podían ser imputados tanto el actual presidente del club, Josep Maria Bartomeu, como el vicepresidente económico, Javier Faus.