El líder del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer en una entrevista en televisión que España «no va a fallar» a Francia en la lucha contra el terrorismo yihadista, al tiempo que defendió que, en caso de que París pida ayuda, no habrá que esperar a que pasen las elecciones, ya que la decisión la puede aprobar la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, con un «gran acuerdo» de las fuerzas políticas de «dentro y fuera» de las Cortes.

El secretario general de los socialistas apuntó también que «lo deseable» sería que esa decisión se tome después del 20 de diciembre, una vez constituidas las nuevas Cortes y formado el nuevo Ejecutivo, pero recalcó que si los galos solicitan antes colaboración, se puede «perfectamente responder». Para ello, dijo, habrá que «activar los mecanismos» que prevé la Constitución y que el propio Parlamento contempla.

Asimismo, el madrileño insistió en que primero hay que esperar a ver qué petición hace el Gabinete de Hollande y cuáles son las capacidades militares de España para «hacer frente a ese desafío», pero hizo especial hincapié en que «nuestro país no fallará». 

«España no va a fallar, va a ser solidaria y, además, lo va a hacer sin ningún tipo de condición, de manera absoluta», recalcó el político progresista, para después recordar que Francia ha cooperado en la lucha contra el terrorismo de ETA. Ahora, sostuvo, las víctimas de los atentados de París «son también las de España».

Eso sí, Sánchez defendió que, para responder de manera «eficaz» contra el terrorismo de Daesh, lo primero es definir «una estrategia común por parte de la Unión Europea, y después ver las capacidades militares que tiene cada uno de los Estados miembros y garantizar la seguridad de los europeos y la estabilidad y el rescate de muchos de esos ciudadanos que viven bajo su yugo».

hacer frente al desafío. A partir de aquí, el líder de los socialistas recordó que la Ley de la Defensa Nacional, que se aprobó en 2005, estipula «los cauces» para poner en marcha misiones militares: la legalidad internacional y la aprobación por parte del Parlamento. Visto este mecanismo, «lo que hay que hacer es esperar a ver primero lo que pide Francia, y después estudiar cuáles son las capacidades militares de España para hacer frente a este desafío».

Al margen de esto, Sánchez puso en valor el acuerdo antiyihadista que el PSOE firmó con el Gobierno el pasado mes de febrero, y al que ayer se sumaron más partidos, entre ellos Ciudadanos, si bien, el cuarto gran partido en discordia el próximo 20-D, Podemos, se ha limitado a ser un mero observador, sin querer rubricarlo.

En este punto, el secretario general del PSOEfue especialmente crítico con el partido de Pablo Iglesias, ya que, a su juicio, tiene que explicar «por qué no se quiere unir a una causa que es común» a todos los demócratas, porque «el terrorismo no obedece a ideologías ni territorios», lo único que tiene es «barbarie». «Por tanto, no puede haber observadores, o se está o no se está, y lo que le pido a Podemos y a Izquierda Unida, que se han mantenido fuera, es que se unan al acuerdo y no permanezcan ajenos a los desafíos que les incumben», remachó.

Por eso, el candidato de Ferraz insistió en que la unidad es una «condición necesaria» en esta lucha, al tiempo que defendió que no supone renunciar a la libertad en pro de la seguridad. De hecho, recordó que en las negociaciones de esta alianza, el PSOE tuvo una discrepancia con el PP por la prisión permanente revisable que el Gobierno de Rajoy ha introducido en el Código Penal, y que los socialistas se han comprometido a eliminar si llegan a La Moncloa.

Por otra parte, Sánchez confirmó que el PSOE no participará en la manifetación convocada para mañana contra el terrorismo y los bombardeos en Siria, a la que asistirán personalidades de la cultura y de la sociedad civil, y que también tiene el apoyo de los candidatos de IU y Podemos.

En un tono mucho más distendido, el político madrileño defendió que aunque ha recibido ataques por participar en ciertos espacios televisivos -hasta intervino por teléfono en Sálvame-, ahora son los demás cabezas de lista los que «van detrás». «Si yo hubiera bailado como la vicepresidenta, hubiera recibido muchísimas críticas», comentó sobre la intervención de la número dos del Gobierno en el programa El Hormiguero de Antena 3, donde Soraya Sáenz de Santamaría se atrevió a bailar una canción.