Lydia García tenía seis años cuando una leucemia aguda le ganó la batalla. Durante la lucha, que duró cuatro años, surgió a su alrededor todo un movimiento social desde diversos rincones de la provincia de Ávila y desde la capital para recaudar fondos que la ayudaran a pelear contra la enfermedad. Un año después de aquello, la Fundación Cris Contra el Cáncer arranca el ensayo clínico sobre leucemia aguda en niños, financiado en su tercera parte por los fondos donados por los padres de la niña de El Tiemblo (Ávila) que continúan comprometidos con la investigación. Begoña y Antonio se siguen esforzando para que la suya solo haya sido una batalla, y la última palabra de la guerra contra este cáncer infantil la tengan los que luchan contra él. En España se diagnostican al año 1.400 niños con cáncer, de los cuales fallecen 280. Es la primera causa de muerte infantil en nuestro país.

 

La Fundación Cris ha recibido este mismo mes de julio la aprobación por parte de la Agencia del Medicamento del ‘Ensayo clínico innovador para niños con leucemia aguda y sin alternativa al tratamiento’. Es el Proyecto Lydia. Con ese visto bueno, los equipos de los hospitales La Paz y 12 de Octubre se disponen a iniciar la fase de reclutamiento de pacientes. Para llevar a cabo el ensayo son necesarios diez niños o adolescentes hasta 21 años -aunque la enfermedad se da sobre todo en niños-, enfermos de leucemia aguda que no respondan a los tratamientos actuales. Según explica la directora de la Fundación Cris, Marta Cardona, a través de los hospitales se analizan los casos que pueden encajar en el estudio y que, por lo general, cuentan con la aprobación de las familias porque constituyen una alternativa. «O el niño fallece en un corto periodo de tiempo o se van fuera de España a buscar otra medicación», lamenta mientras traslada la dureza de estas situaciones. Así que aunque se trate de un ensayo, para cualquier familia es una esperanza.

 

Terapia celular. El objetivo es paliar la leucemia aguda en estos niños para que puedan someterse a un transplante de médula ósea ya que su estado es tan grave que no se lo permite. Para ello, se va a combinar la terapia celular con una quimioterapia de rescate, algo que convierte al ensayo en pionero en España; puesto que hasta el momento solo se han desarrollado estudios así en Estados Unidos y Alemania. La terapia celular se basa en las células NK (Natural Killer), linfocitos del sistema inmune innato cuya función primordial es la defensa frente a infecciones y tumores.

 

El presupuesto del ensayo clínico asciende a 360.000 euros, de los cuales, 120.000 fueron donados por los padres de Lydia. Begoña Sánchez aún se emociona al recordar la solidaridad que despertó el caso de su hija. Tan solo diez días después de haber abierto la cuenta para donaciones, tuvieron que restringirla a particulares y a los eventos benéficos que se organizaron. Así, recuerda que aquellas ayudas les permitieron financiar el tratamiento experimental que la niña recibió en Italia y los gastos derivados de aquel viaje. «Imagina la cantidad de dinero que se donó, que después de esos gastos nos quedaron 120.000 euros», explica la madre de la pequeña.

 

La directora de la Fundación Cris Contra el Cáncer elogia la «valentía» de los padres de Lydia, Begoña y Antonio, que siguen en contacto con la fundación y continúan siendo vehículo de donaciones para sacar adelante nuevos proyectos de investigación. Begoña sabe que uno no es consciente de un problema hasta que no le toca de cerca. «Nos puede tocar a todos», declara mientras lamenta los recortes que ha sufrido la investigación en España. «Es una pena que habiendo investigadores tan buenos, tengan que irse al extranjero», denuncia.