El Quesos Cerrato salva otro escollo

Área 11
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El Quesos Cerrato Palencia dio un golpe sobre la mesa ayer en el Pabellón de Pumarín ante el Unión Financiera Baloncesto Oviedo en el duelo que ponía enfrente a las dos mejores rachas de la temporada en la LEBOro (cinco victorias seguidas los locales, seis los visitantes), además de la condición de invicto del feudo ovetense.

Los pupilos de Porfi Fisac dieron el do de pecho y sumaron la séptima victoria consecutiva para afianzarse en la tabla ante un rival directo que no había caído en su campo y dar un paso más de cara a clasificarse para la Copa Princesa. Joan Tomás, Marc Blanch y Urko Otegui guiaron a los palentinos en ataque ante un soberbio pívot local Van Wijk, que acabó con 18 puntos y dominando la pintura visitante con siete rebotes ofensivos.

Se antojaba como un partido tan decisivo como especial y no defraudó a nadie. Con un Pumarín lleno hasta la bandera (incluyendo a un grupo de seguidores palentinos), se enfrentaban las dos mejores rachas en busca del liderato que mantenía el Quesos Cerrato Palencia. Dos equipos separados por una sola victoria, con los de Porfi Fisac en estado de gracia tras una racha de seis victorias consecutivas y el equipo ovetense con cinco, amén de la motivación extra que les iba a suponer a los locales el debut de todo un clásico de la ACB como Andrés Miso en sus filas.

El cuadro morado salió entonado y, aprovechando las pérdidas del Oviedo, logró las primeras diferencias en el marcador. Los de Carles Marco aguantaban el tipo y tras la entrada a la pista de Miso, lograron un parcial de 7-0 para llegar al descanso con 17-18 tras un triple del exterior local Zaid Hearst.

Esa igualdad manifiesta del primer cuarto se mantendría en el segundo. Si bien las pérdidas condenaron al Oviedo (14, por 7 del Quesos Cerrato Palencia), los locales no se iban en ningún momento y a mediados de cuarto el equilibrio era máximo.

Tras la lesión de Toni Vicens, que se retiraba lesionado en un dedo (una luxación de la que se sabrá el alcance cuando se le realicen pruebas ya en la capital palentina), los asturianos lograban igualar el marcador a 34 puntos e irse posteriormente al descanso con dos de ventaja (38-36).

Tras el intermedio, los de Porfi Fisac lograron un buen arranque y le dieron la vuelta al marcador con un parcial de 0-9 (38-45). Una ventaja que lograrían administrar hasta el final del encuentro, con Urko y Joan Tomás mandando en ataque y evitando que se acercasen los ovetenses, que tiraron de sus exteriores Ferrán Bassas (11), Víctor Pérez (11) y Jordan Swing (11) para no llegar al último cuarto sin opciones.

Los 10 minutos finales fueron de órdago. Si bien las defensas se endurecieron y a todos les costaba ver aro con facilidad, el Unión Financiera Oviedo logró entrar en el minuto final con tres puntos de desventaja pero pelota a su favor. Tras varias alternancias, los de Carles Marco no supieron anotar de triple para igualar y los palentinos cerraron el resultado en el 68-74 final.

Una nueva victoria del equipo palentino, que sigue invicto como visitante después de nueve jornadas celebradas (su único tropiezo lo cosechó en el Pabellón Marta Domínguez en la segunda jornada liguera).

Un Quesos Cerrato donde viajó el joven júnior Dani Manchón, que tuvo sus minutos en la pista del Pumarín (dos minutos exactos tuvo el joven palentino para seguir creciendo. En cuanto a los números del encuentro, el equipo palentino no tuvo su mejor día en los lanzamientos exteriores, dado que solamente acertó con uno de los intentos triples de Joan Tomás, mientras el resto de sus tiros fueron fallos (1/9). También erraban diez tiros libres, pese a lo cual ganaron el partido partiendo de una gran defensa y de unas escasas ocho pérdidas de balón en los 40 minutos. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad será su próximo adversario en tierras palentinas.