Más que un simple mercado

Diario Palentino
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Puestos de productos agroalimentarios y artesanales transforman los soportales

Durante este fin de semana, Ampudia ha celebrado con éxito su Feria Barroca y Mercado Castellano, uno de los eventos temáticos más importantes de Castilla y León por «su fidelidad histórica y gran puesta en escena», organizado por el Centro de Iniciativas Turísticas y el Ayuntamiento de la villa.

Los fastos organizados con motivo del Mercado Franco concedido por el Rey Felipe III en los albores del siglo XVII a la villa terracampina, cuyo castillo era por aquel entonces propiedad del Duque de Lerma, valido del monarca, han tenido una exitosa respuesta por parte de los vecinos y de los cientos de visitantes que se han acercado a disfrutarlos y se han dejado envolver por recreaciones históricas y una lograda ambientación barroca. Ampudia se ha transformado y su valioso y cuidado casco urbano ha acogido la rememoración de una pequeña, pero importantísima, parte de su pasado.

El teatro de calle, los desfiles de época, la decidida participación de los ampudianos en las diversas recreaciones, la música y los bailes, la recepción real y el pregón del actor Sergio Pazos y su nombramiento como embajador turístico de la villa conformaron el grueso de la programación del sábado, centrada en la Fiesta Barroca, que es la primera de las dos grandes jornadas conmemorativas que se celebran en el marco de las fiestas de San Miguel Arcángel.

Ayer recogió el relevo del protagonismo el denominado Mercado Castellano, que es más que otro encuentro de productos agroalimentarios y artículos de elaboración artesanal de los que tantos abundan en la capital y la provincia de unos años a esta parte.

Rememoración. El de Ampudia es, efectivamente, un mercado tradicional, que incluye como otros talleres y exhibiciones de oficios hoy desaparecidos y en el que no faltan las actividades de folclore y animación que le son propias. Pero, además, es la rememoración efectiva y real de aquel Mercado Franco de alcabalas, que Felipe III otorgó a la villa en la que ostentaba su señorío el Duque de Lerma.

No debió ser el favorito del monarca precisamente benévolo en el trato y los favores a los vecinos de Ampudia a finales del XVI y principios del XVII, pero sin embargo consiguió para ellos logros tan significativos como la concesión de un mercado franco semanal y de una feria franca anual.

Es ese privilegio lo que ahora se conmemora con todo lujo de detalles y con la calidad como eje de lo que se expone y vende en los puestos que llenan las calles porticadas.

Sin duda, una fiesta para toda la familia que cada año concita el interés de miles de personas. Ayer se inició con las dianas y pasacalles de los Dulzaineros de Ampudia, hubo misa en la colegiata de San Miguel, animación, teatro, espectáculos y juegos en el mercado y el concierto final en el que El Naán presentó La Danza de las Semillas.