El número de viviendas inscritas en el Certificaciones de Eficiencia Energética de Edificios de Castilla y León casi se ha duplicado en apenas seis meses, según los datos de la Junta de Castilla y León. La provincia cuenta ya con 2.177 inscripciones tras el primer año desde la entrada en vigor de la certificación energética de edificios. De ellas, a menos el 50 por ciento tiene calificación energética E o inferior, lo que impulsa el sector de la rehabilitación de edificios.
El pasado mes de marzo, sólo 1.173 viviendas palentinas habían sido sometidas a un examen de eficiencia energética desde que el 1 de junio se hiciera obligatorio, aunque, según reconocen desde las agencias de colocación de inmuebles, muchos de los propietarios aún ofertan sus viviendas sin el certificado o, directamente, lo desconocen».
La intención de la Administración Regional es avanzar en la confección de este Registro. La justificación es la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero, resultantes del aumento del consumo energético en todos los sectores de la actividad económica, y, uno de ellos, es el de la edificación, que representa aproximadamente un 40 por ciento de la demanda energética.
Con el certificado, se establecen una serie de medidas para el mayor ahorro energético y la reducción al máximo las emisiones que la Junta de Castilla y León considera fundamental.
El beneficio es doble, porque la Administración Regional ve un nuevo tejido laboral y empresarial en el que los profesionales que desarrollan su actividad en la depauperada construcción se reorientan para certificar energéticamente los edificios y para llevar a cabo las medidas de reforma energética eficiente.
La correcta formación en esta materia y la apuesta por aplicar la eficiencia energética no sólo en la nueva construcción, sino también en la rehabilitación -ahora más activa que la primera-, es uno de los principales objetivos que se ha marcado la Junta de Castilla y León.
De esas 2.177 viviendas palentinas inscritas en el Registro de eficiencia energética, la mayor parte son inmuebles antiguos que se han querido poner en alquiler, aunque también hay una bolsa importante de ventas.
Desde el sector se afirma que por norma general, la calificación energética de las viviendas palentinas es alta. Esto se explica porque la mayoría de los pisos que se han puesto en alquiler tienen unos 10 años de antigüedad, por lo que ya se construían con medidas de eficiencia.
El mercado de venta es el que peor balance energético presenta, y no es raro encontrar inmuebles con certificaciones C o incluso menores. Viviendas antiguas que son carne de cañón para la reforma». Eso sí, las casas con la máxima calificación (A) se pueden contar con los dedos de las manos: viviendas denominadas inteligentes, con una excepcional orientación, sistemas de calefacción adecuados, etc..
Castilla y León cuenta ya con 34.404 inscripciones en el Registro y, según los cálculos del, Ejecutivo Regional, su número no dejará de crecer en los próximos años.
Un proceso telemático para facilitar la inscripcción de los inmuebles
Desde la entrada en vigor en abril de 2013 del Real Decreto que establece el procedimiento básico para la certificación energética de edificios se puede comparar la eficiencia energética, con lo que se ve favorecida la promoción de inmuebles de alta eficiencia y las inversiones en ahorro de energía.
La Junta de Castilla y León ha trabajado para articular y desarrollar correctamente la certificación energética, por lo que ha modificado el procedimiento de inscripción en el Registro de Certificaciones de Eficiencia Energética de Edificios de Castilla y León (Ceren).
El proceso ha supuesto la adaptación del registro para inscribir tanto los certificados de nueva construcción como los existentes en aspectos que abarcan el proyecto de un inmueble, el edificio terminado, sus modificaciones, anulaciones, actualizaciones o renovaciones. Su acceso es exclusivamente telemático mediante una aplicación informática, lo que facilita el proceso y ahorra burocracia.
El registro de certificaciones, que se gestiona a través de la Dirección General de Energía y Minas y el EREN, informa técnicamente sobre los certificados presentados y asistiendo a los usuarios de las aplicaciones de certificación. Son numerosas las consultas que se atienden diariamente, prueba de la cada vez mayor aceptación de la certificación por parte de los usuarios propietarios de inmuebles.
Desde la puesta en marcha del registro, se han entregado 34.404 certificados con inscripción definitiva en el Registro. Del total de las certificaciones energéticas, 8.125 corresponden a Valladolid, seguida de León con 6.624, y muy de cerca por Salamanca con 6.595. A continuación, figura Burgos que cuenta con 4.359 evaluaciones, Palencia con 2.177, Segovia 1.960, Ávila 1.722, Zamora 1.683 y Soria con 1.159 certificados inscritos en el registro.