Acotadas 15.000 hectáreas de monte para recoger setas

Esther Marín
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Dieciséis pueblos han solicitado a la Junta permiso para el aprovechamiento en montes de utilidad pública. La Diputación lleva años estudiando una gestión mancomunada que aún no ha llegado

Las entidades locales deben señalar con carteles las zonas acotadas.

Una de las aficiones cada vez más extendidas en Palencia da el pistoletazo de salida.  Lo hace con la confianza de que las condiciones meteorológicas propicien una mayor oferta. Los campos ya muestran ejemplares de setas, pero en muchos casos son sólo ejemplos aislados de lo que otros años eran especies en abundancia.

Desde 1993, la recogida de setas en la provincia de Palencia esta regulada por una normativa sobre aprovechamiento micológico de monte público de carácter vecinal, por lo que cada municipio o entidad local es la responsable de su zona.

La Diputación lleva varios años estudiando la posibilidad de regular esta práctica a través de una gestión mancomunada, según explica el diputado de Medio Ambiente, Adolfo Palacios, pero hasta que llegue esta regulación «se trabaja intensamente con las entidades locales y las asociaciones micológicas».

En su opinión sería bueno que cuando concluya el programa de regulación micológica cofinanciado por la Junta y varias Diputaciones (Myasrc) -Palencia no está en él al acometer inversiones a través de la Cátedra de Micología- se creara una legislación regional como ocurre con otras actividades como la caza.

Por el momento, varias entidades locales han solicitado permiso para acotar las zonas de recogida de setas. Es el caso de Arenillas de San Pelayo, Buenavista de Valdavia, Ampudia, Acera de la Vega, Celadilla, Villota del Páramo, Bárcena de Campos,  Monesterio, Valle de Santullán, Verbios, Villanueva de la Torre y Mantinos.

Por su parte, Brañosera, Villalba de Guardo, Pino del Río y Saldaña lo harán en los próximos días, según los datos que maneja el titular de Medio Ambiente de la Institución Provincial.

Los montes que pertenecen a estas entidades suman casi 15.000 hectáreas. En ese espacio se regulará la recogida de setas a través de las ordenanzas aprobadas en cada entidad.

De esta manera son los dueños de esas zonas los que permiten quién y cómo puede recoger  setas, evitando así la práctica abusiva que en ocasiones se ha dado en la provincia.

«Hay que permitir que el aficionado salga al monte, pero impedir que el fin de esta práctica sea la comercialización de setas y hongos», puntualiza Adolfo Palacios,  quien recuerda que otros años empresarios de distintas Comunidades han acampado en la provincia en busca de ejemplares con los que hacer negocio.

riqueza. Desde la Diputación se insiste en que los ayuntamientos y las juntas vecinales «son conscientes» de que tienen una riqueza que deben preservar, a lo que se une la importancia de que el desarrollo de esta práctica no suponga un «conflicto» para otro tipo de aprovechamientos como los cinegéticos.

La Institución Provincial destaca también el elevado número de colectivos micológicos que tiene Palencia, situándose a la cabeza ra de la Comunidad en este sentido.

Así, en estos momentos trabajan la Asociación Micológica de Villamuriel, Amipal, Asociación Micológica Montaña Palentina, Asociación de Estudios Micológicos y Forestales, Asociación Cultural Villalba de Guardo, Asociación de Guías Micológicos Corro de Brujas, Asociación Micológica Alto Carrión, Asociación Micológica Regius y Asociación Micológica y Cultura La Garrota.

La Institución también trabaja con la Patrulla Verde, un grupo de voluntarios que divulga la riqueza micológica de la provincia y su importancia como pieza fundamental para la conservación de la diversidad biológica.