Once farmacias del medio rural subsisten gracias a la ayuda económica de la Junta

E. Marín
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Son oficinas cuya facturación anual por ventas es inferior a los 200.000 euros. Se denominan de viabilidad económica comprometida

En la Comunidad hay muchas  farmacias en pueblos con escaso número de habitantes, lo que permite dar cobertura a este servicio, pero al mismo tiempo, la falta de población merma los ingresos y hace difícil la viabilidad económica de estas oficinas y su mantenimiento futuro.

En la provincia de Palencia hay once farmacias del medio rural que están en lo que se considera límite de subsistencia, es decir, cuya facturación anual por ventas, incluido el IVA, es inferior a los 200.000 euros.

Desde hace dos años, la Junta de Castilla y León ha establecido una ayuda para contribuir, en la medida de lo posible, a mantener el servicio en aquellas farmacias con menor volumen de facturación, especialmente las situadas en zonas rurales o con baja densidad de población, como es el caso de muchos pueblos palentinos.

Es lo que se conoce como farmacias con viabilidad económica comprometida (índice VEC) y que, por el momento, tienen garantizada la continuidad del servicio que prestan, así como su propia viabilidad económica, al aplicar la Administración el denominado índice corrector de los márgenes, fijado en el 27,9% para estos establecimientos.

La cuestión es que si no les llega esta aportación de la Administración Regional, muchas de ellas estarían abocadas a su desaparición. En el caso de la provincia de Palencia, el año pasado fueron once las farmacias que recibieron esta ayuda, lo que supone un 14% del total de oficinas.

Estos datos fueron inferiores en 2013, anualidad en la que nueve farmacias palentinas se acogieron a esta ayuda, es decir, una de cada diez.

«Para esta anualidad se prevé que aumenten, ya que la farmacia cada vez está más debilitada y medidas como la bajada de los medicamentos están provocando que muchas caigan en esta situación», destaca el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Palencia, José Luis Nágera. Todas las oficinas de farmacia que se encuentran en esta situación en Palencia pertenecen al mundo rural y están establecidas en localidades muy pequeñas, aunque en la capital hay una que se encuentra en el límite.

La ayuda permite que estas oficinas de farmacia puedan seguir prestando servicio a la población, al tiempo que mantienen los ingresos de quienes las regentan, ya que su nómina depende de lo que vendan.

«Los inviernos son duros en muchas localidades con pocos vecinos y estos establecimientos siguen ahí para que no se pierda el servicio, cuyos beneficios suben algo en los meses de verano con la llegada de población», recalca Nágera.

Por supuesto, el miedo a que desaparezcan estas farmacias está ahí. «Siempre existe la posibilidad de que tengan que cerrar porque no son viables y eso es lo último a lo que le gustaría llegar a cualquiera, desde los propios responsables, hasta los vecinos y las Administraciones», destaca José Luis Nágera.

atención. En Palencia hay en estos momentos 98 farmacias, repartidas entre la capital (39) y los distintos municipios de la provincia. Más de la mitad de ellas se encuentran ubicadas en pueblos, muchos de ellos con poca población.

Además de estos puntos de atención farmacéutica, en la provincia se mantienen nueve botiquines en las localidades de Poza de la Vega, Amusco, Santa Cecilia del Alcor, Autilla del Pino, Espinosa de Cerrato, Fuentes de Valdepero, Báscones de Ojeda, Cevico de la Torre y Tariego de Cerrato.

«Son municipios que no tienen población suficiente como para mantener una farmacia, pero sí necesitan el servicio», explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Palencia. Los botiquines son establecimientos vinculados a una oficina de farmacia, a través de los cuales se garantiza la atención farmacéutica a una población determinada que carece de farmacia como tal. El horario de estos locales es más reducido, ya que en lugar de ocho horas la prestación del servicio se reduce a cinco.

España se sitúa, junto a Bélgica y Grecia, entre los países europeos con menor número de habitantes por oficina de farmacia, y Castilla y León es la segunda Comunidad Autónoma con menor número de habitantes por farmacia, en torno a los 1.600 frente a los 2.200 a nivel estatal.

«El 99% de la población tiene farmacia en su lugar de residencia, lo que supone que muchos de los propietarios de farmacias rurales y botiquines son auténticos héroes que subsisten para atender a su población», destaca Nágera. Por ello, en su opinión, que la Junta dé un paso y reconozca ese índice de vialidad económica comprometida «es muy importante».

sin cierres. Afortunadamente, en la provincia no se han cerrado oficinas de farmacia en los últimos años, aunque sí se han producido numerosos traspasos de titularidad.

En muchos casos, las farmacias han pasado de una generación a otra, ya que «es una profesión muy tradicional y que se vive intensamente, por lo que muchos hijos que desde pequeños han estado cerca del oficio luego deciden continuar», explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos, que en su caso forma parte de la quinta generación de una saga de profesionales. Por otra parte, se ha producido la llegada de savia nueva, ya que hay profesionales jóvenes que se han incorporado gracias a una bajada de los precios de adquisición de una oficina, entre otras razones.