«Tengan cuidado ahí fuera». Esa famosa frase televisiva de Canción triste de Hill Street podría aplicarse a los nuevos trabajadores municipales encargados de desempeñar la función de agentes de atención e información al ciudadano, aunque afortunadamente con un tono mucho más positivo que en la serie americana.

Hace dos meses que cinco palentinos forman parte de un nuevo servicio municipal, que se enmarca en la línea Excyl para mayores de 55 años dentro del VI Plan Municipal de Empleo, cuya finalidad es reforzar la detección de deficiencias y apoyar la labor policial mediante la prevención y comunicación de infracciones de las ordenanzas.

Su labor comienza a las 10 de la mañana en una reunión matinal en las dependencias de la Policía Local, momento que sirve para organizar el trabajo de la jornada y analizar dónde puede ser más necesaria su presencia. «Comentamos lo que ha sucedido el día anterior y nos repartimos las zonas a las que acudir», explica Manuel Santos Rodilana. Tienen la ciudad dividida en dos zonas: la norte, desde El Salón a La Carcavilla; y la sur, hacia el hospital San Telmo.

«¿Nuestra labor? Ofrecer información al ciudadano sobre los distintos organismos públicos, ubicación de calles o líneas de autobús. En resumen, sobre todo lo que concierne a actividades cotidianas de la ciudad», añade Santos Rodilana.

Normalmente en parejas, los agentes de atención ciudadana se acercan a todos los barrios, aunque su presencia es mayor en las zonas en las que suele haber más afluencia ciudadana. El Salón, la calle Mayor, la plaza Mayor, los distintos parques de la ciudad, las avenidas de Valladolid o Madrid, así como las zonas en las que se celebra el mercadillo semanal o los entornos de los CEAS son algunos de los espacios más visitados.

«Vamos a todos los barrios de la ciudad e intentamos cubrir todos los rincones, pues queremos que los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de resolver sus problemas y nosotros podamos comprobar cómo están todas las zonas de la capital», argumenta Resu Marcos Valdeolmillos.

De ahí, que otra de sus labores se centre en la detección de deficiencias, anomalías o desperfectos en la vía pública, sobre todo en los parques infantiles y en el mobiliario urbano.

«Cuando localizamos alguna anomalía o un espacio que precisa una intervención se lo hacemos llegar al Ayuntamiento para que ponga solución y, posteriormente, vamos a comprobar que se ha atendido la incidencia. La verdad es que la respuesta municipal es realmente extraordinaria, porque realmente se corrigen las deficiencias, lo que es una forma de avalar nuestro trabajo», argumenta Manuel Santos.

De ahí que estos cinco trabajadores municipales tengan «línea directa» con el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Luis Ángel Pérez Sotelo. «Podemos contactar en todo momento con él y solicitar su ayuda o realizar una apreciación que consideremos importante», argumenta Francisco Pampliega González, otro de los profesionales contratados.

A ello se une también «el respaldo y el apoyo que tenemos del jefe de la Policía Local, que nos asesora y ayuda para que las incidencias tengan su oportuna respuesta», comenta Miguel Ángel Aguado Mollón, el cuarto de los trabajadores, a los que se suma Juan Francisco Macho Tapia.

corregir conductas. Este grupo, que realizará el servicio durante un año en turnos de mañana y tarde, también tiene entre las tareas encomendadas la prevención de infracciones de los organismos municipales, así como el control de la tenencia de animales de compañía, además de vigilar los usos y ocupaciones de la vía pública y otras conductas que requieran de una orientación.

«Entre las cuestiones a las que nos enfrentamos cada día y con las que a veces tenemos más problemas está el elevado número de bicicletas que circulan por las aceras y zonas peatonales. A los conductores les explicamos las alternativas que existen y cómo deben circular», explica Resu Marcos.

A ello se unen las numerosas conversaciones que tienen con los dueños de perros, especialmente en los parques. «Son muchos los palentinos que pasean a sus animales y no siempre lo hacen de forma correcta, por lo que está en nuestras manos el corregir los malos hábitos, crear conciencia de lo que se debe hacer y educar en el uso y tenencia de animales de compañía», añade Santos Rodilana.

Las acciones de este grupo no tienen carácter sancionador, simplemente se trata de crear un efecto disuasorio, aunque «al ir de uniforme nos confunden a veces con  profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad», comenta Pampliega González.

Todos coinciden en destacar la buena respuesta ciudadana ante su presencia y, lo que es más importante, ante sus consejos o explicaciones. «El 90% de la gente es súper educada y entiende lo que decimos y el porqué. Eso es algo que nos llena de satisfacción, pues es un trabajo que a todos nos gusta y es reconfortante saber que se obtienen resultados», dice Manuel Santos. «Nosotros tratamos con educación y respeto y somos correspondidos», añade.

Además, muchos son los ciudadanos que se acercan solicitando ayuda de diversa índole, por lo que estos trabajadores municipales cuentan con recursos para saber dónde dirigirse o a quién pedir colaboración en cada momento. «Somos una oficina itinerante de información en la calle. Atendemos desde la pregunta más inverosímil, hasta cuestiones relacionadas con el callejero o las ordenanzas municipales», subraya Resu Marcos. Para estar al tanto de los diversos temas, estos trabajadores han pasado por un periodo de formación previo, lo que les ha servido para manejarse con soltura ante las distintas situaciones que se les presentan diariamente.

Todo ello, al igual que en la comisaría de Hill Street, con historias que se suceden cada día, con momentos que en ocasiones no son tan fáciles y con incidentes que resolver. Pero siempre con buena  disposición para atender a todo el que los necesite.