Un sueño a plazos

Carlos Cuesta (SPC)
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La adquisición de una casa sigue siendo una inversión que la mayoría de los españoles anhela como un valor seguro

 
El término hipoteca ya era usado en la Antigua Grecia, aunque adquirió su significado actual en el marco de la civilización romana. Se le denominó prenda y constituía una garantía sobre una deuda adquirida. Avanzando en el tiempo, en la Edad Media, estos medios de pago sirvieron como monedas feudales. Los granjeros solicitaban créditos a los señores para adquirir tierras, hipotecando al mismo tiempo el terreno. El reintegro podía concretarse con una parte de lo cosechado bien con dinero o con animales.
Estados Unidos fue el país iniciador del boom de las hipotecas, al crearse allí un organismo para impulsar el mercado de securitización, desarrollando títulos que garantizaban los préstamos para viviendas, a lo que luego se sumaron también los bancos comerciales y las sociedades de ahorro. Inglaterra, Francia y otras naciones europeas siguieron este camino, que actualmente está ampliamente difundido en todo el mundo.
A día de hoy, los elevados precios de las viviendas, los tipos de interés en negativo y los bajos salarios han provocado que las entidades desarrollen fórmulas muy atractivas para seguir comercializando este tipo de productos.
Aunque ya se utilizaban créditos con vencimientos muy largos antes de la crisis, sin embargo, ahora vuelven con propuestas innovadoras como las hipotecas a 40 años, un producto exclusivo para jóvenes y con una serie de condiciones como que el titular, a la hora de finalizar el pago, no supere los 75 años. De esta forma, alguien que hoy quisiera adquirir un piso con un plazo de 40 años, debería tener como máximo 35 años.
Hasta la fecha, la mayoría de los préstamos para financiar la compra de una casa tenían un período de entre 20 y 30 años e, incluso, en algunos casos, se ampliaba hasta los 35 y, solo en contadas ocasiones, se permitían amortizaciones de hasta 40 años, dado el alto riesgo de morosidad que podrían acarrear en caso de fallecimiento temprano del titular. 
El Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que el importe medio actual de la contratación de una hipoteca es de 108.000 euros y un plazo medio de 22 años.
En este contexto, los españoles destinan el 25,36% de su sueldo al pago del piso, un 0,64% más que el año pasado, según pisos.com.
En 2015, según el INE, se vendieron en España 354.132 pisos, un 9,8% más respecto a 2014, de los que 77.865 eran de obra nueva y, el resto, 276.267 usada.
El aumento de los precios inmobiliarios en determinadas ciudades y del número de compraventas muestran que el momento para realizar una inversión puede ser el actual, puesto que los valores de estos bienes han tocado fondo y se está reactivando el sector. 
En este escenario, los bancos también están favoreciendo la recuperación con la apertura de nuevas líneas de concesión de hipotecas. Los expertos señalan que 2016 será un año de consolidación y de recuperación, según muestra la demanda de créditos que se están disparando con las amortizaciones más largas de la historia.
 
Calculadora. La Asociación Hipotecaria Española (AHE) dispone de una calculadora que, mediante un simulador, permite realizar estimaciones sobre plazos, importes, tipos de interés y cuotas mensuales a pagar de un préstamo hipotecario, para facilitar la elección del que mejor se adapte a las necesidades de cada cliente, entre la amplia gama de posibilidades que ofrece el mercado.