Daniel Ricciardo confirmó ayer el avance de Red Bull con la ‘pole position’ en el Gran Premio de Mónaco, la primera de su carrera con un tiempo imbatible para el líder del Mundial, Nico Rosberg (Mercedes) ni para su compañero Lewis Hamilton.

La escudería austríaca, que viene de ganar en España con Max Verstappen gracias al accidente entre los Mercedes, ratificó que su evolución de motor, que llevaba el australiano, es buena y capaz de competir en potencia con las ‘balas plateadas’.

Lo había apuntado el de Perth en la segunda sesión de entrenamientos del pasado jueves con un gran tiempo, que pulverizó en la primera mitad de la Q3 con un registro de 1:13.622, imposible de imitar para Rosberg y aún más complicado para Hamilton, que sufrió un problema de potencia al inicio de la tercera ronda clasificatoria y tuvo que hacer una vuelta rápida apresurada al final.

 «Este es un circuito de pilotos, pero también necesitas un coche que te ayude y yo lo tengo. Eso me da confianza. Hemos hecho unos pequeños cambios y eso nos ha llevado a tener esa posición, así que me siento muy bien», afirmó el ‘poleman’.

Por detrás del australiano quedaron el alemán y el británico, visiblemente enfadado por el problema de potencia que tuvo al inicio de la Q3, cuando su coche se quedó parado, tuvo que ser empujado al garaje y perdió la primera mitad de la ronda.

Quedó en segundo plano Sebastian Vettel (Ferrari), que había avisado de que su mal inicio del pasado jueves era una anécdota, al liderar la tercera ronda de entrenamientos de ayer, pero que a la hora de la verdad se quedó a casi un segundo del tiempo de Ricciardo y saldrá desde la cuarta plaza.

En la quinta, se ubicó la gran sorpresa en Montecarlo, Nico Hülkenberg, que situó su Force India por delante del Ferrari de Kimi Raikkonen y por delante de los dos Toro Rosso, que les habían superado durante toda la campaña. También buen día para Sergio ‘Checo’ Pérez, que fue octavo.

De esa circunstancia se lamentaba Carlos Sainz, que fue séptimo en la clasificación pero saldrá sexto, ya que Raikkonen cambió su caja de cambios antes del ciclo de seis carreras que impone la FIA, lo que le granjeará una sanción. «Nuestro objetivo es mantener detrás a los Force India. Es una pena que se nos hayan colado porque íbamos más rápido. Se ve que Nico (Hülkenberg) ha debido hacer una vuelta muy buena de la nada, habrá que conformarse», comentó el corredor madrileño.

Quien quizás tendría mas razones para la alegría es Fernando Alonso (McLaren-Honda), que logró ubicar su monoplaza por segunda carrera consecutiva entre los 10 primeros.

No obstante, el asturiano confesó que la parte delantera de su MP4-31 no tenía el agarre esperado y que él habría esperado estar algo más por delante. «Esperábamos un poco más, no mucho más, pero si séptimo, octavo, arañar algo. No hemos tenido la velocidad necesaria. Pero hay que aprovechar cada oportunidad», declaró el español, que con el castigo a Raikkonen, podría salir noveno.

Fuera de la Q3, la noticia de la jornada fue el accidente de Max Verstappen (Red Bull), el ganador en el Gran Premio de España, que se quedó fuera de la clasificación al golpearse con la barrera en la primera sesión de clasificación. El precoz piloto holandés saldrá desde la última fila.

Esteban Gutiérrez (Haas) se quedó a décimas de entrar en la Q3 y terminó en duodécimo lugar, mientras que Felipe Nasr (Sauber) apenas pudo participar, por un problema en su motor al inicio de la primera tanda.

Con Ricciardo encabezando una salida por primera vez en su carrera en la Fórmula Uno, Red Bull rezará para que ni la lluvia ni los incidentes nublen la posible victoria de su piloto, que en este circuito tan complicado para adelantar sabe que la ‘pole position’ es más que un tesoro.

 Pero Mónaco siempre reserva sorpresas, ya vengan del cielo en forma de precipitaciones, o del asfalto, por los numerosos incidentes que provoca el trazado urbano.