Contribuir, de forma real, a dejar un mundo mejor a las generaciones futuras; un planeta menos castigado por el cambio climático y sus terribles consecuencias (sequías, incendios y aumento de las temperaturas), tras décadas alimentando este fenómeno con emisiones de gases efecto invernadero cada vez más elevadas y una deforestación masiva. Esa fue la obsesión que llevó a Juan Carlos Sesma a poner en marcha el proyecto CO2 Revolution hace aproximadamente tres años. Una original iniciativa que devuelve la vida vegetal desde el cielo a enormes superficies de terreno, como si fuera una lluvia milagrosa. 

Especialista en Optimización de Procesos, trabajo que desarrolló durante más de una década en importantes compañías tanto en España como en el extranjero, este emprendedor concluyó que, para combatir el problema del cambio climático, se deberían crear ecosistemas completos a gran escala, que por una parte convirtieran carbono en estado gaseoso en estado sólido y por otra aportaran mayor superficie forestal que la que destruye la mano del hombre.

Así, concibió la semilla inteligente iseed en su Navarra natal. En paralelo, y con apoyo de su hermano Jose Javier, implementó un programa informático que mediante algoritmos selecciona las combinaciones más apropiadas para la proliferación de las plantas, junto a una plataforma digital para hacer escalable el proyecto.