Los sindicatos explican que la empresa concesionaria del servicio está en suspensión de pagos, circunstancia que ha aprovechado Carrefour para acabar con la externalización y asumir este trabajo. El problema es que la cadena de alimentación no apuesta por asumir a los actuales trabajadores de limpieza, por lo que se irán al paro tras más de 20 años de antigüedad y una edad complicada para volver a entrar en el mercado laboral.