La bipolaridad del Madrid

AGENCIAS
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El equipo de Rafa Benítez se mueve entre la solvencia atacante y la sangría defensiva

El Madrid ganó el pasado miércoles al Shakhtar Donetsk (3-4) con momentos brillantes y con un final que engordó unas estadísticas negativas: el cuadro de Benítez ha descuidado su armazón defensivo, precisamente una de sus grandes armas, pues, hasta hace muy poco, podía presumir de tener un equipo prácticamente imbatible.

Sin embargo, el conjunto ‘merengue’ ha pasado de tener una línea defensiva casi imposible de superar a encajar 10 goles en los últimos tres partidos. Los duelos frente a Sevilla, Barcelona y Shakhtar dejaron tocada la principal línea de flotación de una escuadra que se mantenía en lo más alto gracias a un trabajo, el defensivo, que produjo réditos muy altos para un grupo que aún aspira a ganar todo esta campaña.

 La primera caída llegó en el Sánchez Pizjuán. Allí, el bloque blanco apareció como un equipo casi inexpugnable. Entre Champions y Liga, había recibido cuatro tantos en 14 encuentros. Los récords asomaban continuamente alrededor de Keylor Navas, que contra el Sevilla no pudo jugar por un problema muscular. Su sustituto, Kiko Casilla, tuvo que recoger tres balones de su portería.

Después de esa derrota (3-2), quien se encargó de adentrarse en su arco para sacar pelotas fue el costarricense. Así, en la siguiente jornada, el meta ‘merengue’ no pudo evitar los cuatro goles del Barcelona que tanto dolieron al público del Santiago Bernabéu.

Por primera vez, el arquero del Real Madrid se vio vulnerable. Hasta ese día, el ya fatídico 21-N, fue una muralla casi infranqueable para sus rivales. Sin embargo, no pudo evitar que el equipo de Benítez cayera en una crisis de resultados que se veía venir cuando ganó 1-0 al París Saint Germain justo antes de enfrentarse al Sevilla.

 Aquel día, el cuadro francés mereció ganar en el Bernabéu. El Madrid marcó un tanto extraño por medio de Nacho Fernández, aunque prácticamente no se acercó a la portería de Kevin Trapp. Por su parte, la escuadra de Laurent Blanc dio una exhibición, pero entre Navas, los palos y la falta de resolución gala, los hombres de Benítez se escaparon triunfadores.

Lo que llegó después abrió una herida anunciada. Hispalenses y culés dejaron a los blancos a seis puntos del primer puesto de la Liga. Y el Shakhtar, aunque abrió la puerta de la recuperación blanca, también evidenció que algo pasa en torno a su portería. En el fondo, recibir 10 goles en tres partidos es algo que no ocurre a menudo por Concha Espina.

En ese encuentro europeo, el combinado de Rafa Benítez fue compacto, jugó bien hasta el minuto 78 y algunos futbolistas recuperaron sus buenas sensaciones. Cristiano marcó dos goles, Bale volvió a ser algo decisivo, Modric mandó y los menos habituales, Kovacic, Casemiro y Carvajal, cumplieron. Al término del choque, el técnico ‘merengue’ reconoció alguna laguna defensiva, pero ensalzó el trabajo de sus jugadores: «Me voy más satisfecho que preocupado. Es verdad que los goles de hoy eran inevitables, sobre todo el penalti y el córner. Con más atención, los podemos evitar, pero me quedo con que hemos metido cuatro tantos, que es el primer paso para la reacción que todos hemos pedido».

 Sin embargo, el entrenador madridista tendrá que taponar su agujero defensivo sin muchas piezas. El Shakhtar dejó una víctima más a la lista de lesionados de la zona de atrás. A Marcelo y Ramos se unirá en la enfermería Raphael Varane, que se retiró del campo con un problema en los isquios. Sin ellos, en Eibar habrá otro examen y la recuperación de un Madrid bipolar seguirá su curso.