La cofradía del Dulce Nombre de Jesús, en colaboración con la residencia San Bernabé y San Antolín, celebró ayer un Bautizo del Niño extraordinario, hecho que vino a romper con la rutina vespertina de los residentes

Comenzó el encuentro a las 17,30 horas en la capilla de la residencia, con una oración en la que se renovaron las promesas del Bautismo, para posteriormente con  la imagen del Niño acompañada de los dulzaineros y de un grupo de danza castellana, realizar por el interior del patio de la residencia el tradicional baile del Ea, y cómo no, la correspondiente pedrea de caramelos. Una vez terminada la celebración, los asistentes disfrutaronde una chocolatada. 

El Bautizo del Niño, fiesta de interés turístico nacional,  se celebra cada 1 de enero en la capital. No es la primera vez que celebra fuera de contexto y, así, cabe recordar que  en el verano de 2015 llegó a Astudillo. Señalar asimismo que la cofradía del Dulce Nombre de Jesús quiso engrandecer  la fiesta con la celebración el 23 de diciembre del  pasado año de un Bautizo para los niños con el objetivo de acercar a los más pequeños esta tradición que se celebra en Palencia cada uno de enero desde hace más de cinco siglos.