Un ex jugador del Quesos Cerrato Palencia jugará la próxima temporada en la NBA, Nicola Mirotic. El hispano-montenegrino deja el Real Madrid para firmar por el Chicago Bulls, donde coincidirá con Pau Gasol, dejando en las arcas merengues 2,5 millones de euros por su marcha.
Sus sueños NBA no vienen de ahora. En su etapa en el Quesos Cerrato, por aquel entonces Palencia Baloncesto, dejó al club morado tirado cuando se jugaba la permanencia en Adecco-oro.
Mirotic llegó a Palencia con sólo 18 años cedido por el Real Madrid en la temporada 2009-10. Venía con la vitola de una gran promesa, de un diamante en ciernes que moldeó Natxo Lezkano. Era la primera temporada del club morado en la LEB Oro. Ocupaba ficha como jugador extranjero. Le prometieron al Palencia Baloncesto que esa situación se iba a normalizar al adquirir la nacionalidad española, pero lo cierto es que nunca llegó. Pese a todo, la entidad colegial siguió apostando por un chaval de 18 años ocupando plaza de jugador no comunitario.
Deportivamente, Mirotic sólo demostró a cuentagotas su enorme clase. Se le veían muchas y grandes cosas, pero de forma intermitente, muy irregular. No dejaba de ser un chaval de 18 años. Jugó 31 partidos, con una media de 20’16’’ por encuentro, 8 puntos, 4,6 rebotes y 8,4 de valoración.
Sin embargo, esa confianza que el club y técnico colegial depositó en él no se vio luego correspondida. A falta de tres jornadas para acabar la liga regular, Palencia Baloncesto se jugaba la permanencia y cada victoria era oro. Tenía un vital compromiso ante el Cáceres en el Pabellón, jugándose la salvación.
Sin embargo, Mirotic, pese a haber declarado días antes que sólo pensaba en el Palencia Baloncesto y en este partido ante los extremeños, dio la espantada y sin permiso del club viajó a Estados Unidos para jugar un partido amistoso en Portland, la Nike Hoop Summit, donde se midió una selección de promesas norteamericana frente a un combinado mundial sub’19.
Palencia Baloncesto perdió aquel encuentro y la situación se complicaba. Hizo de tripas corazón el club y lo alineó una semana más tarde en Málaga, donde el equipo morado lograba el triunfo y la permanencia. Se optó que lo mejor era que no jugase en el último partido en casa ante el Vive Menorca (donde militaba entonces Otegui) en previsión de una reacción contraria de la afición palentina, muy enfadada con la actitud de Mirotic.