La Comisión Europea se pronunció ayer de forma pesimista respecto a la recuperación económica de España, avanzada por el ministerio de Economía la semana pasada en el informe remitido a Bruselas sobre el Programa de Estabilidad y Crecimiento 2016-2019. Bruselas estimó que el déficit público del conjunto de las administraciones públicas alcanzará este año el 3,9% del PIB, es decir, nueve décimas por encima del listón máximo fijado en el 3% y a partir del cual se contemplan adoptar sanciones en dos semanas que puedan corregir este desequilibrio en las cuentas públicas.
Según las previsiones anunciadas por Pierre Moscovici, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, el ejercicio próximo la situación de España mejorará algo, pero seguirá siendo mala: el déficit en 2017 se calcula que será del 3,1%, superando de nuevo (por una décima) el umbral máximo del 3%.
Los cálculos comunitarios, recogidos en el informe de previsiones, son claramente más negativos que los que había fijado el actual Gobierno en funciones que contemplaba para este año un déficit del 3,6% y de un 2,9% para 2017. «En general, las previsiones de la Comisión sobre España son correctas, es más, suelen ser mejores que las que facilita el país», aseguró Moscovici. No es la primera vez que España y Bruselas chocan a causa de diferentes estimaciones de gasto. Ya, en octubre de 2015, la UE expresó sus dudas sobre el objetivo del 4,2% reflejado en los Presupuestos Generales del Estado español correspondientes a 2016. El portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, llegó incluso a asegurar que las cifras que manejaba la UE ocultaban una «valoración política sesgada», insinuando que detrás se ocultaba el deseo de Pierre Moscovici de dañar al Gobierno de Mariano Rajoy a causa de su militancia socialista.
Por otra parte, Moscovici mejoró sus análisis sobre la evolución de la tasa de paro, calculando que este año será del 20%, en lugar del 20,6% estimado inicialmente. Para 2017 estima que baje al 18,1%, frente al 18,9% que había vaticinado en invierno pasado.
Las cifras presentadas son claves para la decisión que, en las próximas dos semanas, debe tomar la Comisión Europea sobre la situación presupuestaria en España, que podría lograr un año o dos más de tiempo para cumplir sus metas, pero también verse distinguida con la primera multa por incumplir las metas de déficit.
SIN DIFICULTAD. En este escenario, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, insistió en que el déficit público de España se situará sin dificultad «por debajo del 3% del PIB» en 2017, tal y como prevé el último Programa de Estabilidad (2,9%) presentado ante Bruselas la pasada semana.
«Creo que en los propios números de Bruselas se ve perfectamente que pasar del 3,1% al 2,9% del PIB es perfectamente factible», sostuvo De Guindos y añadió que «no será ninguna dificultad insalvable para el próximo Gobierno el reducir el gasto por debajo del 3%».
Por el contrario, el ministro de Economía español fue cauto y no descartó que el país pueda ser sancionado por haber sobrepasado el objetivo de gasto en 2015, desde el 4,2% al 5% del PIB.
El titular económico puso en valor, en cualquier caso, que España ha logrado reducir su déficit público desde el 9,3% del PIB en 2011 al 5% el pasado año y que, también la Comisión Europea, espera que se reduzca aún más este año hasta por debajo del 4% y señaló que «el país está en cabeza de las economías europeas que más crecen».