2 PALENCIA 1929
Jaime
Bosco
Risco
Lucas
Manu
Raúl
Iván
Óscar
Mario
Ismael
Éric
3 VILLAMURIEL B
Manuel
Rubén
Miguel
Iván
Joel
Sergio
Alberto
Asier
Eduardo
Luis
arbitro
Iván Munguía.
goles
0-1: Sergio. 1-1: Bosco. 2-1: Risco. 2-2: Luis, de penalti. 2-3: Luis.
incidencias
Vigésimo tercer partido del XXTrofeo Plaspisa-Diputación, disputado en Eras de Santa Marina de Palencia, con una buena presencia de espectadores en el recinto. Encuentro correspondiente a la fase de cuartos de final del torneo mini. Se jugó con un balón Adidas donado por Deportes Requena.
retransmisión El próximo jueves, a las 21,30 horas, siguiendo con los encuentros de cuartos de final, se emitirá el choque entre el San Juanillo y el Guardense, dentro de la categoría plus.
Comenzaron los cuartos de final del Trofeo Plaspisa-Diputación con emociones muy fuertes. Eras de Santa Marina (el mejor terreno de juego que existe en la capital para la práctica del fútbol-7) acogió el encuentro entre el Palencia 1929 (denominación que toma en este torneo el San AntonioB, tras el acuerdo entre ambos clubes) y el Villamuriel B. Un choque que se presumía muy reñido e interesante, como así fue.
Tras unos minutos de cierto equilibrio y estudio mutuo, fue el cuadro cerrateño el que primero se adelantó en el marcador gracias a Sergio. Sin embargo, el Palencia 1929 reaccionó y de qué manera. Bosco y Risco generaban constante peligro de gol sobre el marco rival, gracias a su velocidad y calidad. Ambos se encargaron de darle la vuelta al marcador, realizando un muy buen juego ante unVillamuriel B que estaba lejos del nivel que había ofrecido en el anterior encuentro de octavos.
Llegados al último cuarto, era un querer y no poder el Villamuriel, que dominaba pero no generaba muchas ocasiones de gol. Sin embargo, en los minutos finales llegaba su reacción. Un claro penalti, que ejecutó Luis, daba el empate. Cuando parecía que el partido se iba a decidir en la prórroga y la tanda de penaltis, llegaba en el último suspiro el tanto de Luis. Instantes después se escuchaba el pitido final, la alegría desbordada de los unos y las lágrimas de los otros. Y es que no sólo estaba en juego el pase a las semifinales, sino jugar en La Balastera.