«Hay que lograr que la inversión en una vivienda se disfrute de la mejor manera posible»

Esther Marín
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David García Álvarez • Arquitecto técnico defensor del estándar 'Passivhaus'

«Hay que lograr que la inversión en una vivienda se disfrute de la mejor manera posible» - Foto: EVA GARRIDO

Arquitecto técnico por la Escuela Politécnica Superior de Zamora es uno de los responsables de la empresa palentina Artepa. Ha obtenido el Certified Passive House Tradesperson que otorga el Passive House Institute.

¿Cuál es el origen y los criterios en los que se basa el estándar Passivhaus?

Los edificios pasivos son aquellos que garantizan un confort climático con una demanda muy baja de calefacción y refrigeración, ya que se puede suministrar directamente con la ventilación del interior.

Este estándar se empezó aplicando en Alemania en 1991, que es cuando se ejecuta el primer edificio

Passivhaus tras muchos estudios y comprobaciones. Se verifica que llegando a una demanda muy baja de calefacción  y energía podemos eliminar los sistemas convencionales de calefacción y con la ventilación de la propia vivienda conseguimos el aporte calórico que necesitamos.

¿Qué se aprovecha para que el consumo de energía sea muy bajo y a un precio asequible?

Se basa en cinco principios: un muy buen aislamiento térmico en la envolvente del edificio, esto es para paredes exteriores, cubiertas y ventanas; muy buena estanqueidad; la eliminación de puentes térmicos, que son los puntos más débiles de los edificios; una ventilación mecánica con recuperación de calor, esto es, que se introduce aire frío del exterior y lo cruzamos con el caliente del interior y lo expulsamos fuera; y puertas y ventanas de altas prestaciones.

Esto supone que ya no tenemos que ventilar nuestras viviendas  

Efectivamente. Siempre vamos a tener aire limpio dentro de la vivienda porque está continuamente renovándose, pero lo introducimos caliente, con una buena temperatura. Lo común es abrir las ventanas para ventilar y el aire frío que entra lo calentamos, con lo que perdemos energía. Con este sistema las ventanas se pueden abrir pero no es necesario, porque hay un sistema de ventilación que actúa según la demanda.

¿Qué materiales se emplean en la construcción de este tipo de viviendas?

Passivhaus promueve la alimentación de la demanda energética; se puede hacer con cualquier tipo de materiales y cualquier tipo de arquitectura.

La mayoría de los ejemplos que se están construyendo son edificaciones unifamiliares de madera, pero también hay construcciones tradicionales de ladrillo. Los materiales pueden ser de bioconstrucción o tradicionales, en eso no se exige nada.

Es un poco contrasentido que  si estamos limitando las emisiones de CO2 y la demanda energética se utilicen materiales que en su proceso de fabricación admitan estos métodos. Passivhaus se centra en limitar la demanda energética para que sea tan baja que, con la recuperación del calor, tengamos un aporte para la calefacción y tener confortables los edificios. Esto es, este estándar no presupone tipos de productos o materiales, ni tampoco estilo arquitectónico alguno. La poca energía suplementaria que necesitan sus edificios se puede cubrir con facilidad a partir de energías renovables, siendo en ese supuesto un tipo de construcción con coste energético de calefacción y refrigeración cero para el planeta.

Es un modelo implantado en muchos países europeos, pero poco conocido en España. ¿Se está promocionando en nuestro país?

Poco a poco se están haciendo propuestas y construcciones con este estándar.

Este año en la VI Conferencia Passivhaus que se desarrolló en noviembre en Madrid se presentó un mapa de los edificios de consumo casi nulo y con este estándar que se están construyendo. Hasta el 2013 había registrados en la base de datos unos 14 edificios y el año pasado aumentaron a 114.

En principio, la mayoría de los edificios son viviendas unifamiliares que ponen en marcha arquitectos o promotores con la intención de verificar que este modelo que nos llega del centro de Europa funciona en climas más cálidos y tiene su aplicación.

Las primeras construcciones han sido pequeñas, pero cada vez más se están edificando inmuebles terciarios, de oficinas, de viviendas, bibliotecas públicas, etc.

Cada vez vamos teniendo proyectos de mayor envergadura, además de los edificios convencionales.

En Palencia tenemos algún ejemplo

Ya hay dos viviendas en Carrión de los Condes. Una de ellas está en proceso de certificación por parte del Instituto Passivhaus y la otra ya lo tiene todo. Han sido realizadas por una empresa de la localidad que se dedica a este tipo de construcciones.

Además, hace poco he trabajado con ellos y hemos terminado un vivienda en Guadalix de la Sierra, que hemos realizado en un plazo de tres meses. En unas semanas comenzará una construcción en la capital, en la zona de Los Tres Pasos. Esperamos que vaya cuajando y que la gente lo demande y vea las ventajas que tiene.

¿En tres meses puedo tener mi casa?

La vivienda que hemos ejecutado en Madrid era prefabricada en madera. Se ha montado durante un mes en el taller con todos los muros, aislamientos y carpintería. Después se ha llevado a la obra  y allí se han montado los paneles y se han hecho los correspondientes trabajos interiores como en cualquier otra vivienda.

Un cliente que se plantee una construcción de este tipo, mirará entre otras cuestiones su precio. ¿Son más caras que una construcción tradicional?

Estamos valorando que un diez por ciento más que una tradicional. Esta cantidad se amortiza en unos ochos años, ya que reducimos en un 90% la demanda de calefacción. Hay ejemplos de viviendas que estaban gastando tres mil euros al año en una unifamiliar tradicional y en una pasiva trescientos euros con una caldera de pellet, que es lo que tenían de calefacción.

El año pasado hubo una modificación en el código técnico y aumentamos los aislantes, con mejores ventanas y se empezó a hablar de energética en los proyectos. Eso nos incrementó un poco los materiales a usar en las viviendas. Es un poco más lo que supone esta construcción, pero se retorna en un plazo de tiempo considerable y, desde el momento en que está amortizado, todo es ahorro.

¿Se pueden rehabilitar también viviendas?

Hay criterios para obra nueva y otros menos rigurosos para rehabilitación. Siempre es más difícil intervenir en un edificio con limitaciones de norma urbanística o con estructuras técnicas en las que no se pueda actuar, pero  sí hay unos criterios para rehabilitación.

El sector de la construcción está de capa caída. ¿Los profesional conocen de qué estamos hablando? ¿Pudiera ser una alternativa de futuro?

Poco a poco se está conociendo este sistema, aunque muchos no saben en qué consiste o cómo se aplica. Hay algunos que son un poco incrédulos, pero por eso se está divulgando y promocionando este método. Es importante que constructores y promotores lo conozcan, ya que al final son ellos los que lo van a ejecutar y tan importante es hacer unos buenos diseños como su ejecución para que funcione bien el edificio.

Más que una alternativa es una necesidad. Es hacia donde va el futuro. Hay una directiva europea que indica que, a partir del año 2020, todos los edificios de nueva construcción tienen que ser de consumo casi nulo. En el caso de las Administraciones Públicas la fecha se reduce hasta el 2018.

Por todo esto al Estado español le queda definir cuáles son los requisitos que considera para definir el consumo casi nulo. Es el camino hacia donde nos están llevando las directivas europeas.

Tras este parón que hemos tenido, creo que es un buen momento para replantearnos el modo en que estábamos construyendo. No consiste en hacer edificios lo más rápido posible y con el mayor beneficio y rentabilidad, sino que el usuario final sea también el gran beneficiario. Que esa inversión se pueda disfrutar de la mejor manera posible.

En España funciona la Plataforma de Edificación Passivhaus. ¿En qué centra su trabajo?

Se creó en 2008 y lo que busca es adaptar y fomentar este estándar, así como asesorar y agrupar a los distintos colectivos. Entre sus tareas se encuentra el informar y difundir las edificaciones pasivas ya realizadas, además de asesorar  a  los profesionales (promotores, arquitectos, ingenieros, constructores, empresas) y usuarios finales de un edificio pasivo.

La Plataforma busca ser un punto de referencia del estándar Passivhaus y de los edificios de consumo casi nulo (ECCN) en España y congregar a los profesionales del sector, fomentando la interrelación e intercambio de información entre ellos.

La Asociación, sin ánimo de lucro, tiene vocación de independencia y neutralidad: trabaja conjuntamente con los técnicos especializados, con la industria, la empresa y los organismos oficiales, para poder promover el concepto, realizar ejemplos concretos y ayudar al desarrollo en nuestro país de las tecnologías necesarias para su construcción.

Si me quiero hacer una vivienda y le pregunto cuál me aconseja. ¿Qué me diría?

Lo tengo muy claro: que se haga una edificación con estándar Passivhaus. Además de no depender de las energías y combustibles, el confort que se tiene en enorme.

No hay olores y se nota menos suciedad. Son viviendas más sanas por esa renovación continua de aire. Aunque sea un pequeño incremento en el precio, esta edificación tiene sentido, ya que todos los elementos que componen la vivienda tienen un porqué; se reducen las instalaciones y se hacen con sentido.