Carlos Fernández Carriedo, presidente del Partido Popular de Palencia, reconoció ayer que no tienen motivos para estar «contentos» tras las elecciones del pasado domingo. «No estamos satisfechos con el resultado porque es insuficiente para nuestras expectativas»,  asumió el popular.

«Estamos insatisfechos. No tenemos motivos para estar contentos  visto el resultado, la bajada del voto y con las expectativas y lo que merecían nuestros candidatos», aseveró.

Fernández Carriedo lamentó que los afectados directamente son las personas que han apostado por defender las siglas del PP: «Duele que hayan sufrido este castigo candidatos que no tienen ninguna responsabilidad», aseguró; aunque mostró su comprensión por los motivos que han llevado a los ciudadanos al enfado.

Para el presidente de los populares palentinos el malestar de la sociedad reflejado en las urnas deriva «de las decisiones duras adoptadas durante la crisis que han causado un tremendo dolor,  quizá el no saber explicar bien  que la recuperación es compatible con la crisis y que ha habido gente en el partido que no ha sido sensible con el esfuerzo colectivo». También apuntó a los casos de corrupción que ha afectado principalmente a personas con responsabilidad de Gobierno. «La imagen de marca del partido se ha deteriorado a consecuencia de esto».

A pesar de los resultados «insatisfactorios», Fernández Carriedo recordó que el 75 por ciento de los Ayuntamientos que han obtenido mayoría absoluta en la provincia son del Partido Popular y en un cinco por ciento tienen mayoría simple. En este caso tendió la mano «a aquellos grupos políticos que quieran incorporarse a las tareas de Gobierno».

  En cuanto a la Diputación Provincial, a falta de los resultados definitivos destacó que mantienen la misma representación ya que, aunque pierden un diputado en Palencia Rural, ganan el de la zona de Saldaña.

En cuanto a las Cortes, reconoció la importante caída de votos sufrida «a pesar de que somos la tercera provincia y la segunda capital con más votos para el PP». La pérdida de apoyos no ha impedido mantener los cuatro procuradores.

A partir de ahora, Carriedo aseguró que el PP se compromete «a trabajar al servicio de los palentinos, a dialogar con todos» y a hacerlo «con cercanía y proximidad».

Alfonso Polanco, alcalde electo  de la capital palentina, analizó su  situación y aseveró que tiene «una responsabilidad importante en un escenario  inestable». El popular aseguró que va a contar «con todos los grupos políticos que quieran sumar y aportar, tanto a nivel  de personas como de programa».

«Vamos a tener que hablar y explicarnos» y pidió a los otros grupos «responsabilidad , que piensen en clave de ciudad y que colaboren en beneficio de todos».

Por su parte, la candidata electa a la Presidencia de la Diputación, Ángeles Armisén, destacó que «el Partido Popular ha sido la fuerza más apoyada en la provincia y ha ganado en más del 80 por ciento de los municipios». Por ello, a pesar de que los resultados no han sido los esperados, lo calificó de «éxito de los concejales que se han presentado bajo las siglar del PP y esto va a tener su reflejo en la Diputación».

Armisén apuntó además que, si todo va según lo esperado y ella gobierna con mayoría absoluta, lo hará «con el diálogo, la transparencia y cercanía de mi antecesor».

Fernández Carriedo también se pronunció sobre Juan Vicente Herrera, tras sus polémicas declaraciones de ayer. Aseguró que «es y queremos que siga siendo el mejor presidente de esta Comunidad» y reconoció que «con otro candidato el resultado no habría sido tan importante en apoyos para el PP». Compartió la crítica de Herrera  al ministro deIndustria por la problemática del sector del carbón y lo amplió a otros Ministerios con decisiones como la reforma local en lo que afectaba a pequeños ayuntamientos y en materia de financiación económica. «Ha faltado proximidad, cercanía y sensibilidad».

Respecto a Rajoy, se mostró convencido de que reflexionará «y sabrá anteponer lo que él crea que es mejor para el interés general de España».

Por último, destacó la necesidad de «dar paso a gente joven» y «renovar a las personas».