Las cuentas de la quesera

Alberto Moreno
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Las cuentas de la quesera - Foto: dp

Con el ascenso a ACB casi imposible, a no ser que se rebajen las leoninas e injustas condiciones exigidas, o que aparezca un mirlo blanco, es evidente que Quesos Cerrato Palencia tiene los objetivos claros. Por un lado, como el propio slogan de la campaña de socios indicaba, hacer disfrutar a la afición, y a fe que con partidos como el del pasado domingo ante el Burgos lo consigue. En el plano deportivo, llegar lo más alto posible y luchar por el ascenso en la cancha, con independencia de lo que ocurra en los despachos.

Sin embargo, hay otro objetivo más próximo y, ahora mismo, al alcance de su mano, que además tiene un sabor especial al tratarse de un título: La Copa Príncipe. El año pasado ya la disputó en el Principado frente a Andorra, que se llevó el triunfo y meses más tardes el título liguero, ascendiendo gracias al apoyo del Gobierno y bancos andorranos. Quesos Cerrato Palencia tiene la opción no sólo de repetir final, sino de jugar como anfitrión, lo que supone un enorme regalo para la numerosa y fiel afición morada y unos ingresos no esperados.

Para disputar la Copa Príncipe es necesario quedar al término de la primera vuelta entre los dos primeros de la general y el campeón de invierno tiene el derecho a organizarla. A falta de dos jornadas para llegar al ecuador de la competición, los palentinos son líderes, encabezando un grupo de cinco equipos empatados a puntos.

Serían cientos las combinaciones, al haber hasta seis equipos aspirantes (Burgos, con una derrota más tiene sus opciones) a las dos plazas. Sin embargo, no hace falta recurrir a la cuenta de la lechera, en tal caso la cuenta de la quesera. Y es que Quesos Cerrato Palencia tiene muy claro lo que tiene que hacer. Ganando sus dos encuentros quedaría campeón y organizaría la final de la Copa Príncipe. A no ser que cualquiera de sus rivales con los que está empatado venzan sus respectivos dos encuentros por una diferencia tan abismal como improbable.

Basketaverage general. En caso de empate, no se aplica el basketaverage particular, al haberse jugado un único partido entre los implicados, sino el general, la diferencia puntos favor-contra. Ahora mismo, Quesos Cerrato Palencia tiene +128, por +87 el Orense, +17 el Lugo, +3 el Orense y  -2 Navarra. Es decir, para que los gallegos (los más cercanos) arrebaten el liderato a los morados tendrían que sumar en sus dos partidos que le restan (Oviedo en casa y Navarra fuera) 42 puntos de diferencia, más los que sume los palentinos en sus duelos en Huesca y en casa ante  Coruña.

Aparte de los equipos implicados en el quíntuple empate en lo alto de la tabla con cuatro derrotas, Burgos (que tiene cinco) tendría opciones de meterse en la final, pero no depende de sí mismo. Tendría que ganar al Lérida en El Plantío y al Valladolid en el Polideportivo Pisuerga y esperar. Los equipos con seis derrotas ya no tienen opción alguna, aunque resten dos jornadas, porque entre los cinco de punta hay dos duelos directos (Navarra-Orense, Lugo-Valladolid) con lo que dos de ellos sumarán, como mínimo, un triunfo, lo que hace inalcanzable la Copa Príncipe para el grupo de seis.

Como queda dicho, Quesos Cerrato Palencia se medirá al Huesca este domingo en tierras aragonesas sabiendo, además, cómo ha quedado el resto y despide la primera vuelta en casa recibiendo a Coruña el 28 de diciembre, en jornada con horario unificado.

Orense recibirá a Oviedo y visitará Navarra; Lugo recibe al Valladolid y viaja a Prat; Valladolid tiene un calendario muy complicado viajando a tierras lucenses y recibiendo al Burgos y Navarra viaja a Málaga para medirse al Clínicas Rincón y recibe al Orense.

Perdiendo un partido, Quesos Cerrato Palencia tendría también muchas posibilidades de jugar la Copa Príncipe, aunque dependería de otros marcadores. Teniendo en cuenta que en los dos duelos directos habrá un perdedor superaría a ambos, con lo que tendría que esperar a que perdiese un partido otro de los dos equipos que alcancen el triunfo en estos duelos directos.