Casa Lucio cerró ayer sus puertas de manera definitiva. El que ha sido el restaurante de Lucio Pastor los últimos 27 años, no dice adiós, sino hasta luego puesto que el próximo 1 de diciembre, a las 20 horas, está prevista la reinauguración en otro local de la calle Don Sancho, justo enfrente.
«Con sensaciones raras», reconoce Lucio Pastor que echa el cierre. «Ilusionado con lo de enfrente pero con la pena de dejar este», afirma, y es que recuerda que Casa Lucio «es uno de los clásicos negocios y más antiguos de Palencia sin haber cambiado de dirección»
Este cambio se debe a muchos motivos, según indica. «En primer lugar porque está en planta y supone ofrecer un mejor servicio a los clientes y también para nosotros». Habla además de las carencias en materia de acondicionamiento del local ya cerrado.
«En el otro lado hay más espacio para trabajar el tapeo», subraya Pastor, aunque mantendrá su apuesta por el restaurante «en la línea en la que estamos trabajando ahora porque los resultados son satisfactorio», añade el restaurador.
Reconoce que ha habido en el mundo de la cocina una evolución hacia el tapeo por la que quieren apostar, de ahí la importancia que tendrá en el nuevo local la barra más amplia y espaciosa que dé mayor protagonismo a la comida en miniatura.
Además, no se va a cerrar la cocina. «El horario será desde las 13 hasta la 1 de la noche para dar de comer a cualquier hora y aguantar los vermús largos», anuncia. Lo que permitirá dar más servicio a los clientes.
Este nuevo proyecto, destaca, se pone en marcha también pensando en los que vienen detrás, en concreto su hijo y su hija.
Y es que, Lucio Pastor asegura que lo mejor de estos 27 años en el popular restaurante palentino «ha sido poder estar con mis hijos y mi mujer que son los que de verdad te hacen compañía y te animan a seguir adelante».
Espera y confía que los clientes respondan a esta nueva aventura «y nosotros también, claro». «Vamos a dar el do de pecho e intentar hacerlo lo mejor posible y seguir como hasta ahora», concluye el restaurador.