La reducción del número de desempleados es objetivo prioritario de las administraciones públicas, de hecho tanto el presidente de la Junta como otros miembros del Gobierno autonómico repiten que no podrá hablarse plenamente de la crisis hasta que la cifra de parados no se reduzca considerablemente. En esta tarea, en la que el servicio público de empleo pretende mejorar con su reforma tras el fracaso de los últimos años, llevan colaborando desde hace medio año las agencias privadas de colocación, cuya eficiencia cuadruplica la del Ecyl, ya que consiguen reinsertar en el mercado laboral a más del 20 por ciento de los desempleados con los que trabajan, mientras el servicio público se mueve por debajo del cinco por ciento.

Aunque aún no existen datos concluyentes dado el poco tiempo que llevan actuando, estas empresas de colocación están obteniendo resultados muy aceptables, ya que hasta ahora trabajan con parados de larga duración, menores de 25 años y perceptores de la Renta Garantizada de Ciudadanía. Lorenzo Alonso, director general de Ibecon 2003, una de las dos agencias contratadas por la Junta y con una concesión también del Estado para trabajar en Castilla y León, explica que el motivo de los resultados tan diferentes es doble, por un lado «los servicios públicos de empleo están demasiado encorsetados por la legislación y no ofrecen a las empresas el servicio que demandan» y por otra parte, «las agencias realizan intermediación laboral y se encuentran muy involucradas con el mundo empresarial».

La Junta aprobó a finales de agosto de 2014 la contratación de estas agencias para su actuación en toda la Comunidad con el objetivo de que 1.443 personas se reincorporaran a un empleo. La castellana y leonesa Ibecon 2003 y la gaditana Sócrates fueron adjudica- tarias (se hicieron tres lotes con tres provincias en cada uno) por un valor de 3,3 millones, aunque el proceso se alargó demasiado y realmente no han iniciado sus acciones hasta el pasado mes de abril.

En estos seis meses, las dos agencias trabajan con 15.000 desempleados, más o menos cinco mil en cada zona geográfica, y ya se están consiguiendo resultados que permiten garantizar que se superará el objetivo inicial marcado por la Junta de Castilla y León, según ha podido saber este periódico. Quizás por ello, el proyecto de ley de Presupuestos de la Comunidad para el próximo año contempla casi seis millones de euros para la colaboración entre el servicio público de empleo y las agencias de colocación, lo que supone un 109,49 por ciento más que en 2015, aunque son fondos procedentes de la Administración del Estado.

Alonso, que no pudo confirmar los datos por tener un compromiso de reserva con el Ecyl, asegura que las acciones de orientación, asesoramiento e intermediación laboral que se realizan con los desempleados están dando frutos, aunque también reconoce que lo más importante es que «se cree empleo porque así será mucho más fácil la inserción laboral». No obstante, confía en que la Junta realice nuevas contrataciones a lo largo de 2016 para otro tipo de desempleados sectoriales o diferentes franjas de edad, sexo, etc.

El director general de Ibecon explica que tras su labor, los parados que encuentren un trabajo deben mantenerlo al menos seis meses para que se considere exitosa su inserción laboral y la administración pague a la agencia de colocación por ello. Antes de eso, el proceso es largo y laborioso, pues Alonso afirma que se trabaja con los parados en su perfil de empleabilidad, se realizan labores de orientación, talleres de empleo (motivación, elaboración de curriculum, etc) e incluso formación si tiene carencia de capacidades para su inserción.

«Todo ello hace que las empresas vean a las agencias de colocación como un servicio, ya que les ofrece el perfil de trabajadores que buscan y con preparación, lo que no sucede con el Ecyl», reitera este directivo, quien concluye que son «un referente para las empresas».