El Río Carrión implanta el proyecto Ícaro Alcohol en menores

DAVID HERRERO
-

La iniciativa, puesta en marcha desde mayo y en la que han participado tres jóvenes, busca prevenir el consumo en edades tempranas

Tres menores de 14, 15 y 17 años han participado en el novedoso proyecto Ícaro Alcohol implantado en el Hospital Río Carrión desde mediados de mayo. De estos tres, solamente dos se han sometido al procedimiento posterior tras la atención médica derivada de la ingesta de alcohol, ya que, si el paciente no es menor de 13 años, se necesita consentimiento familiar.

Y es que, el consumo de esta sustancia en los jóvenes no entiende ni de clases sociales, ni de niveles de estudio ni renta.  Según el Servicio Regional de Salud, en Castilla y León los adolescentes empiezan a beber a los 13 años. Con cifras tan alarmantes como las del año 2016, donde 331 jóvenes de menos de 21 años acudieron a urgencias por episodios de consumo abusivo de alcohol. Esto solo en los hospitales de Palencia, Valladolid y León.

Debido a la problemática actual y para intentar revertir la situación, la Consejería de Sanidad y la Consejería de Familia se han unido para poner en marcha el proyecto Ícaro Alcohol, cuyo objetivo es prevenir el consumo de alcohol entre los menores de edad. Un procedimiento que comienza cuando el joven es atendido en los servicios de urgencias o por el personal del 112. Además de la atención sanitaria, los propios facultativos, que han sido formados para ello, realizan una intervención motivacional breve para lo que se solicita el consentimiento informado del afectado o de su familia para derivarle al servicio de prevención.

«El procedimiento funciona con consentimiento de los padres a excepción de que sean menores de 13 años». «Hay que tener en cuenta la legislación al respecto, que es la Protección Jurídica del Menor. Esta establece que toda persona o autoridad y especialmente aquellos que por su profesión o función detecten una situación de maltrato, riego o posible desamparo de un menor deben comunicar a la autoridad o a los agentes más próximos sin perjuicio de prestar el auxilio», afirma Marina Hervella, subdirectora médica del Hospital Río Carrión de la capital.

Intervenciones sociales. Tras la atención clínica y la labor de concienciación, se mandan los datos mediante un correo encriptado al Comisionado Regional de Drogas y este les pone en contacto con el Servicio de Referencia de Prevención. «Nosotros como hospital perdemos la pista al paciente, pero sabemos que se hacen intervenciones dependiendo del grado del consumo e intoxicación», destaca Hervella. «Si la intoxicación es leve y la familia está de acuerdo se suele realizar una sesión. En cambio, si el menor tiene más problemas, las sesiones se prolongan más. Todo depende también del entorno familiar», añade.

Por otro lado, el propio Comisionado y la Junta tienen una serie de programas específicos para esta problemática dependiendo del grado y los baremos. Si se trata de familias sin factores de riesgo y la intoxicación ha sido casual se da una intervención educativa mínima. En el caso de familias con factores de riesgo se realizará una intervención educativa inmediata con la intensidad que se considere necesaria. Por último, en los casos en los que los hijos tienen un consumo frecuente y esto produce una alteración en su entorno y a nivel académico, se les deriva directa mente a programas de prevención familiar selectivos.

Equipo sanitario. Un proyecto que unifica todos los servicios médicos e implica diferentes áreas como pediatría o psiquiatría. «Uno de los puntos más positivos es que pone en conjunto el trabajo en equipo de Urgencias, Emergencias y los propios pediatras y psiquiatras del centro sanitario», subraya Marina Hervella.

Un problema que afecta en mayor medida a los menores de edad, ya que «la sustancia produce alteraciones en el estudio y en la relación con los padres, además de ser un potente inhibidor. Sin olvidar las conductas de riesgo derivadas de su consumo como son los accidentes, caídas o agresiones», afirma Guillermo montero, médico de Urgencias. Por ello, «lo importante es pillar al paciente en el momento en el que está preocupado y mareado, al igual que los padres, para realizarle la entrevista y que el servicio no solo se quede en la atención sanitaria», añade.

Por ello, desde la Consejería de Salud quieren dejar claro que «si acudes o has sido atendido por los servicios de emergencias o urgencias por una intoxicación etílica u otros problemas relacionados con el consumo del alcohol quizás haya que pensar lo que está pasando». Y recuerdan que «beber alcohol con menos de 18 años, no es sano y además está prohibido, algo que no debe asociarse a la fiesta».