De las aulas al mapa de la solidaridad

C.V.G. (ICAL) / PALENCIA
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El Colegio Público Modesto Lafuente de Palencia logra con su proyecto de centro un galardón de los Premios de Educación para el Desarrollo y el reconocimiento de la Agencia Española de Cooperación

Desde su histórico edificio ubicado en pleno corazón del céntrico Paseo del Salón, el Colegio Público Modesto Lafuente ha dado un salto de dimensiones casi planetarias que lo ha situado en el mapa mundial de la solidaridad. Pequeño por fuera, es un centro de una sola línea, pero inmenso por dentro, alberga alumnos de hasta trece nacionalidades. Su actividad llega hasta el departamento hondureño de Copán y sus proyectos de solidaridad le han valido figurar en el mapa conceptual de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), que lo reconoce como un colegio colaborador en la lucha contra la pobreza y que trabaja por el desarrollo humano sostenible.

Desde que se inició el año y hasta que concluya este 2015, el centro llevará a cabo cerca de medio centenar de actividades vinculadas a la interculturalidad, la solidaridad y la cooperación en el marco de un proyecto que, bajo el nombre de Juntos sumamos. Pro-escuela, le ha valido el reconocimiento de la Consejería de la Presidencia de la Junta de Castilla y León a través de la concesión de un galardón de los Premios de Educación para el Desarrollo.

Resurrección de la Fuente, directora del centro, explica que aunque ahora haya sido reconocida con un premio esta es una línea de trabajo puesta en marcha por el centro desde hace tiempo, que tiene como objetivo fomentar la convivencia dentro del colegio a través de la puesta en valor de las diferencias culturales y de la reflexión sobre las oportunidades que ofrece la escuela.

«Esa línea de trabajo constituye un proyecto de centro con el que pretendemos mejorar nuestro entorno con los medios que aquí tenemos y poner nuestro granito de arena para mejorar las condiciones de los que están más lejos», indica.

colaboración con una ong. Así, en esa doble dirección de trabajar para dentro y hacia fuera, el centro pone en marcha un intenso abanico de talleres, cursos y actividades para fomentar la convivencia del alumnado, promover el respeto a la diversidad y la interculturalidad, inculcar los valores que representa la escuela y ayudar a la reconstrucción de un colegio en el departamento hondureño de Copán, a través de la ONG palentina Solidaridad Globalizada.

Resurrección La Fuente reconoce que en los últimos años se han detectado mayores dificultades en la convivencia entre los alumnos, posiblemente como consecuencia de la crisis económica, reflexiona. «Las familias están más crispadas porque la situación que atraviesa parte de ellas es complicada y eso lo trasladan los chavales a la escuela», explica.

Investigar la procedencia de los compañeros de aula, que padres Y madres cuenten para todos un cuento típico de su lugar de origen, elaboren platos de sus países o presenten su música junto acciones solidarias en beneficio de Unicef son algunas de las actividades ya puestas en marcha.

No obstante, el grueso del proyecto se desarrollará a lo largo de la semana cultural del centro, que tendrá lugar entre el 15 y el 19 de junio y en el que se ha implicado también el AMPA.

Una yincana intercultural, la proyección de películas como el aclamado corto Binta y la gran idea o unas olimpiadas deportivas en las que cada grupo competirá representando a un país son algunas de las propuestas que se celebrarán para fomentar la interculturalidad.

Ayuda en Honduras. Ayudar a la reconstrucción de una escuela infantil en el departamento hondureño de Copán es otro de los pilares de este proyecto con el que además de colaborar en mejorar las condiciones para la educación de otros niños los alumnos conocen otras realidades.

En este caso, los estudiantes del Modesto Lafuente han podido ver una escuela a la que acuden a pie una veintena de niños desde lugares muy lejanos para recibir clases en un edificio con medio techo al aire y paredes a punto de caer, donde en muchas ocasiones se tienen que apilar en un rincón para guarecerse de la lluvia y sin contar apenas con mobiliario ni material.

El objetivo marcado por el centro es conseguir 1.000 euros, casi la mitad de lo que cuestan las obras, y para ello durante la semana cultura celebrarán una carrera, una paella y un mercadillo solidarios.

La Fuente resalta además que la colaboración del centro con Solidaridad Globalizada va más allá del envío de dinero. Existe una conexión directa entre los alumnos de ambos lugares creando un vínculo muy positivo entre ellos. Así, los alumnos de 6º han creado un rap dedicado a los niños hondureños que incluye un vídeo de presentación que será proyectado en Copán.

«Hemos mandado mobiliario que aquí no utilizábamos como sillas y los propios chavales han visto a través de una grabación cómo llegaban a la escuela, produciéndose entre ellos una grata sensación de satisfacción porque ven cómo están ayudando a mejorar las condiciones de otros niños», agrega la directora de este centro escolar.