Los cerrateños pasan 'un buen rato' entre aceite, ginebra y productos de la tierra

diariopalentino.es
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Centenares de visitantes de la provincia y llegados de Burgos y Valladolid, entre otros rincones, disfrutaron de una muestra en la que no faltaron degustaciones y talleres variados

Los cerrateños pasan ‘un buen rato’ entre aceite, ginebra y productos de la tierra - Foto: dp

Un año más y un nuevo éxito para los organizadores de la feria Un buen rato en el Cerrato, que por cuarto año congregó a centenares de visitantes de los distintos pueblos de la zona, así como de provincias limítrofes como Valladolid y Burgos.

Desde primera hora de la mañana, los puestos ubicados en la plaza de España de la localidad comenzaron a llenarse de artesanos, empresas agroalimentarias y productores de la comarca y otros rincones del país, para ofrecer sus productos a los visitantes, que mostraron su satisfacción por la variedad y calidad de lo expuesto en la muestra.

Entre las novedades con las que la organización del evento ha querido llamar la atención del público esta edición se encuentran las catas de aceite y ginebra que se desarrollaron en el Museo del Cerrato. Por dos euros y con un aforo máximo de 40 personas, los participantes degustaron distintas variedades y compartieron sus preferencias sobre estos dos productos.

Por su parte, los artesanos mostraron sus artículos elaborados con cerámica, así como elementos de bisutería, complementos, camisetas o cremas, entre otros. Los productores alimentarios expusieron para la venta desde embutidos y conservas, hasta vinos, cervezas y repostería para los más dulces de la feria.

Para que los visitantes se impliquen en este tipo de eventos, cada día es más habitual ofrecer distintos talleres para que el público muestre sus habilidades, así como degustaciones para dar la posibilidad de conocer la calidad de sus productos.

Los más pequeños también tuvieron su espacio durante la jornada, ya que se desarrollaron diversos talleres, actividades y muestras de animación para captar su atención y, al mismo tiempo, mostrarles lo que se puede disfrutar en un pueblo en una jornada estival.

museo. Muchos de los que se acercaron hasta la localidad baltanasiega aprovecharon para visitar el Museo del Cerrato Castellano, ya que durante todo el día el precio de la entrada fue de un euro.

Por otra parte, cada participante donó productos que, al finalizar la jornada, fueron sorteados entre los visitantes, a los que se entregaba papeletas al realizar sus compras. La guinda de la jornada y el punto final para clausurar la feria le correspondió al grupo de música Vihuela Folk, que cautivó a los presentes y dejó un buen sabor de boca tras una jornada llena de buenos productos.