Empate en su peor partido casero

Alberto Moreno
-

Empate en su peor partido casero - Foto: Eva Garrido

2 BECERRIL

Sevi

Diego Martín (A)

Arquero

Sergio

Dani (A)

Diestro

Víctor

Israel

(80’ Rubén)

Blanco

Melero

Merino

(63’ Bello)

2 SIMANCAS

Asenjo

Zapa (A)

ñAlex

Mongil (A)

Peke

Gallego

Mateo

Jorge Gómez (A)

Cristian

(60’ Álvaro)

Kiko

(70’ Pablo)

Rodri (A)

(80’ Guille)

arbitro

Cuesta Revilla. Tarjetas rojas al entrenador y delegado visitantes. Se le protestó un penalti en el área morada.

goles

1-0, minuto 19: Centro desde la banda derecha de Diego Martín que remata de cabeza Víctor. 1-1, minuto 20: Rodri remata, rechaza la defensa local en la línea, remachando el propio jugador pucelano. 1-2, minuto 49: penetración de Cristian, que sirve atrás para Rodri, que remacha. 2-2, minuto 67: Asenjo salva el remate de Blanco, pero el rechace le cae a Arquero, que tras recortar dispara, entrando el balón pese a tocar la defensa vallisoletana.

campo

Municipal Mariano Haro. Buena entrada, pese a la tarde desapacible por la lluvia y el temprano horario motivado por la falta de luz natural.

 

Posiblemente en su peor partido de la temporada en su propio terreno de juego, el Becerril sacó un punto. Esa es la lectura positiva, la que además suma en la general. La negativa, que su juego no fue el de otras ocasiones, confundiendo las prisas con la velocidad, lo que le llevó al equipo morado a pecar de precipitación y muchos pases errados, a la par que el equipo que rompiese y no mantuviese su habitual estructura.

El Simancas, pese a su condición de colista, es un equipo atrevido, valiente, con buen trato de balón y mucha velocidad en sus acciones ofensivas. A ello añadió cierto orden en el campo, por lo que pronto se adivinó que no iba a ser una tarde plácida para el Becerril, ni mucho menos. Al equipo morado le costaba elaborar y hasta crear. Sus acciones más peligrosas llegaban a balón parado. Sin embargo, lograba adelantarse en el marcador por medio del chaval Víctor, que no se perdió su habitual cita ante el gol, incluso marcando de cabeza . Sin embargo, cometió el error de conceder el empate muy pronto. Cuando un equipo de la zona de abajo recibe un gol en contra se le aparecen todos los fantasmas del pasado, pasan por la mente mil situaciones anteriores negativas y tiende a caer en la ansiedad. Esos problemas los vivieron en primera persona la pasada temporada los jugadores del Becerril. Pero el empate llegó rápido, muy rápido, tan sólo un minuto más tarde. El Simancas empezó a ver el partido de otro color, a pensar que era posible salir airoso de este trance. El Becerril no jugaba con la intensidad de otras tardes, no se sentía tan cómodo y dominador en el campo. De hecho, sufría en las contras de los vallisoletanos.

El principio de la segunda parte fue incluso peor. Sevi, en dos grandes acciones, salvó el gol del Simancas, que acabó llegando de nuevo con el protagonismo de Rodri. Tocaba de nuevo remontada.

jugada polémica. Entre el cambio de Bello por Merino, el considerable aumento de la intensidad local y el cierto miedo del Simancas, que se echó unos metros atrás, el Becerril, sin que su juego fuese brillante, metió a su rival atrás. El tanto del empate de Arquero coincidió con los mejores minutos de los palentinos, que se veían capacitados para poder lograr darle la vuelta al marcador, pero corriendo riesgos que le pudieron costar caro. En el minuto 71, el Mariano Haro enmudeció cuando el jugador visitante Rodri caía dentro del área local tras un mano a mano con Sevillano. El colegiado pitó, se temía lo peor y se esperaba el color de la cartulina. Primer respiro cuando era amarilla. El segundo fue de explosión de júbilo porque iba dirigida al jugador vallisoletano al entender el árbitro que se había tirado a la piscina.

Desde fuera del campo dio la impresión de ser penalti. Al término del partido Sevillano indicó en el vestuario a sus compañeros y técnico que no le había derribado. Sea como fuere, el partido seguía vivo. El Becerril seguía empujando, llegando con cierto peligro al área rival, aunque fuese metiendo el balón en el tumulto. Y el Simancas llegaba menos, pero con mucho peligro, con en el minuto noventa, cuando Álvaro se plantaba solo delante de Sevillano, que desvió lo justo para evitar el 2-3. Le había perdonado la vida al cuadro morado, que en estos últimos minutos de locura pudo incluso lograr la victoria en el tiempo de prolongación, pero el remate de Melero se fue fuera por muy poco.

Cuando un equipo está fuerte,  cuando vive su mejor momento y está pleno de confianza, como es el caso del Becerril, siempre gana cuando juega bien y empata, como mínimo, cuando no está tan brillante. Hay que dar, por lo tanto, el punto como bueno. Las penas con pan son menos, dice el refrán. Ya tiene más de la mitad de los deberes hechos cuando se ha cumplido el primer tercio liguero y sigue en la zona noble, empatado con el cuarto en la clasificación general (puesto de play-off). También el Becerril puede tener un mal día.