El arquitecto y dibujante José María Pérez, más conocido como Peridis, regresa a su faceta como escritor dos años después de conquistar el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2014 con Esperando al rey, su debut literario. El próximo martes llega a las librerías españolas La maldición de la reina Leonor (Espasa, 21,90 euros), una novela histórica que acerca al gran público la vida de «una gran diplomática» y por medio de la que Peridis pretende «dar una visión cercana y divertida de nuestra propia historia», en palabras del autor.

Respecto al origen de la novela, Peridis asegura que «es una deuda que tenía con la Historia» y que, por medio de esta publicación, busca contar las claves de la historia, al igual que hizo en la televisión con la serie Las claves del Románico.

La maldición de la Reina Leonor, ambientado en la Castilla de la Baja Edad Media, narra una época «apasionante» en uno de los reinados que Peridis define como «uno de los más importantes para la historia de España y la europea». En ese periodo, la monarca, hermana de Ricardo Corazón de León, tuvo «un papel fundamental», en una etapa en la que las reinas tenían un papel secundario, más orientado a su función de dar un heredero a lo reinos y como elemento de cambio en las políticas matrimoniales de las monarquías europeas.

«Me interesa ver qué sucede en esas relaciones en las que existe un conflicto entre deber y placer», apunta el autor, unas relaciones en las que la reina Leonor «tuvo un sentido extraordinario para compaginar cabeza y corazón», explica Peridis. En declaraciones a Ical, destaca la época de esplendor que vivió el reino de Castilla, que «comenzaba a abrirse al exterior» durante la época en que ha ambientado su nueva obra.

De esa forma, el escritor ahonda en la importancia de un periodo histórico en el que comienza a perfilarse la construcción de las grandes catedrales góticas y nacen en las ciudades los fueros en los que León y Castilla son los «pioneros» en Europa. Además, recuerda las cruzadas que se viven en el continente para frenar la expansión del Islam, con acontecimientos de «gran importancia» como la batalla de las Navas de Tolosa o el inicio del dominio de las órdenes del Císter sobre las benedictinas.

La novela establece un vínculo contradictorio entre el esplendor del reino castellano de entonces, con la actual situación de envejecimiento y despoblación que sufre la región, una Comunidad en la que el patrimonio fundamental, además del histórico, «son las personas», a juicio de Peridis, que reconoce que Castilla y León, a nivel histórico, ha tenido «una gran maldición»: la división con Portugal. «Esa frontera nos ha matado», puntualiza.

El creador de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, con sede el Aguilar de Campoo (Palencia), se manifiesta un amante de su tierra castellana: «Aunque lleve más de 50 años fuera de ella sigo viajando allí constantemente y trabajando con ella y para ella desde el patrimonio», sentencia.

Así, recalca que para devolver épocas doradas a la región hay que apoyarse en sus «grandes fortalezas», que en su opinión son el territorio, el idioma y las personas: «Contamos con una base humana de gran calidad», ratifica. De igual modo, argumenta que pese a la importancia de la internacionalización de las empresas y sus exportaciones, Castilla y León debería «apostar por las iniciativas locales, la enseñanza y el espíritu emprendedor», por medio de «la financiación de la imaginación».

Por otro lado, anuncia que uno de sus retos más inmediatos es la culminación de la Enciclopedia del Románico, una extensa catalogación de este estilo artístico en España que ha contado con una gran acogida en el público, que goza de gran reconocimiento internacional y que avanza que estará disponible en formato digital. «Espero que ayude a salvar este patrimonio», comenta.

Por último, confiesa que continuará con su aventura en el mundo de la literatura con la culminación de este ciclo histórico con la unificación de Castilla y Aragón con Fernando III el Santo, que dio «un gran empujón» a la reconquista.