El Seminario Menor de Palencia acogió en la jornada de ayer un Encuentro Diocesano bajo el lema Acoger, vivir... ser regalo, en el que se dieron cita más de 300 personas en una iniciativa inédita y que supuso la puesta de largo del Centro Diocesano de Formación.

El obispo de la diócesis, Manuel Herrero, fue el encargado de recibir a los asistentes en una reunión que tenía un triple objetivo. Por un lado, sentir la experiencia de ser Iglesia, puesto que «la Iglesia no la forman las piedras  y los ladrillos, sino las personas que se nos encontramos y compartimos la fe, la esperanza y la calidad». Por otra lado, «certificar que estamos en el camino recto» y en tercer lugar, compartir la vida, la experiencia y el trabajo apostólico «y empaparnos de la misma programación y tomar conciencia de donde vamos», explicó el obispo.