En una tierra de Montaña, donde las cumbres son para muchos esas metas inalcanzables y para otros son casi como su hogar, existen dos tradiciones que ayer se daban la mano de forma simbólica para unir a dos comarcas y a una misma afición: el montañismo y el amor por el medio ambiente.
Desde primera hora de la mañana muchos vecinos de la Montaña Palentina iniciaron los ascensos a Peña Redonda, en Castrejón de la Peña, y al Torreón de Valdecebollas en las cumbres de Brañosera, ésta última cumplía su cincuenta aniversario. Cumpleaños organizado por el CIT de Barruelo-Brañosera y en el que también se incluía una Concentración de Caballos que realizaron la subida hasta el mítico Valdecebollas y llevaron a cabo posteriormente una comida de hermandad en el Chozo Paco.
Como conmemoración de las bodas de oro, a los que firmaron en el libro de asistentes se les regaló un pin con diseño del Torreón y la reimpresión de folleto informativo regalado en la primera fiesta en 1962.
El presidente de la Diputación participó ayer en el ascenso a ‘Peña Redonda’. - Foto: Javier Ibáñez Un grupo de montañeros procedente del municipio de Castrejón ascendió a Valdecebollas -2.139 metros-, y uno de la zona de Barruelo-Brañosera a Peña Redonda -1.993 metros-. Ambos grupos llevaban una pequeña piedra procedente de su montaña, que de manera simbólica se colocó en las dos cumbres. Estaba previsto de forma coordinada a mediodía lanzar unas señales visuales desde las cumbres para celebrar el hermanamiento, pero finalmente no se pudo llevar a cabo. Pese al frío y la niebla, no faltaron la misa en el Torreón ni tampoco el típico reparto de galletas y mistela. En Peña Redonda se realizó un almuerzo de convivencia con té y pastas.
También se ha dado continuidad a la iniciativa del Ayuntamiento de Brañosera con el II Encuentro Torreón de Valdecebollas de Andarines. Los municipios y juntas vecinales que limitan con Brañosera entregaron y sellaron las libretas de ruta a aquellos que decidieron iniciar la ascensión desde las diversas localidades.