La llegada de la marca del rombo a Villamuriel supuso un cambio estructural, social, cultural y demográfico sin precedentes. Haciendo que la población de la localidad llegase a triplicarse y se desarrollasen nuevos núcleos de población como Ciudad Jardín, Calabazanos y Los Olmillos.
Desde entonces el pueblo se ha convertido en el motor industrial de nuestra provincia, en un pueblo de acogida. "Queremos dar las gracias a todas las personas que lo hicieron y hacen posible, pero sobre todo a los más de 18.000 trabajadores que han trabajado en la factoría de Villamuriel y a sus familias, porque son la historia viva de nuestro pueblo", afirman desde el PP de Villamuriel, que ha querido celebrar la efeméride.