Asturias se rinde a Quino

-

El argentino se convierte en el primer dibujante que recibe el galardón de Comunicación gracias a la «mirada aguda e intuitiva» de Mafalda, su personaje fetiche que cumple 50 años

CEREMONIA DE ENTREGA DE LOS PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS 2014 - Foto: José Luis Cereijido

Sin duda, fue uno de los premiados más reconocidos en la gala de ayer en Oviedo. El dibujante argentino Quino recogió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de manos de Felipe VI cuando se cumplen 50 años de la creación de su personaje más famoso: Mafalda.

El humorista gráfico, de 82 años, estrechó la mano del Monarca y agradeció con una sonrisa al público desde su silla de ruedas la cerrada ovación que le dedicó en el Teatro Campoamor.

«La obra de Quino nos recuerda a los españoles, y a cualquier persona de cualquier sociedad, la necesidad de guiarnos siempre por los mejores y más sólidos principios y valores y de hacerlo con un sentimiento genuino de profunda humanidad», aseguró durante su discurso el Rey.

Don Felipe destacó la «mirada aguda e intuitiva» de Mafalda, aquella niña inteligente, contestataria e inconformista que nació de la pluma del humorista gráfico argentino. «Hijo de padres andaluces exiliados en Argentina, también él ha conocido después el exilio. Con todo ello, ha sabido imbuir a sus personajes de una admirable capacidad para transmitir valores educativos universales, como universal es la admiración y el cariño por sus viñetas y dibujos geniales», expresó el Soberano.

Republicano reconocido, Quino afirmó hace unos días que la Monarquía española aportó mucho a la democracia del país y deseó que Felipe y Letizia «lo hagan lo mejor posible» y ayuden a España a salir de la crisis.

Ayer, antes de recibir el premio, se fotografió en Oviedo con los Reyes y con el resto de los premiados, entre ellos el arquitecto estadounidense Frank Gehry, el escritor irlandés John Banville o la periodista congoleña Caddy Adzuba.

Joaquín Salvador Lavado es el primer dibujante que recibe el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. «Siempre me he considerado un periodista que dibuja», aseguró hace unos días.

El dibujante argentino llegó a España el pasado lunes y desde entonces ha cumplido con una apretada agenda en la que no faltaron encuentros, charlas y homenajes. Mafalda, su más famoso personaje, conquistó todos los rincones de la ciudad. Tiene ya su propia estatua sobre un banco de un parque ovetense, réplica de la que luce desde hace 15 años en el barrio bonaerense de San Telmo.

La pequeña de melena negra soñaba con «un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos» y así se lo recordó a Quino un grupo del colectivo Somos Reales, convocante de una protesta ante el Teatro Campoamor.

Un honor. Otra de las grandes protagonistas de la jornada fue la activista congoleña Caddy Adzuba, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, quien quiso compartir el «honor» de recoger el galardón con las mujeres víctimas de violencia sexual y activistas de todo el mundo.

«Es un gran honor para mi humilde persona. Hubiese querido que este honor fuera recibido por las miles de mujeres congoleñas, víctimas de la guerra y de la violencia sexual y despojadas de todo honor desde que sus cuerpos fueron transformados en campos de batalla. Y quiero compartir este honor con las mujeres activistas de todo el mundo, y en especial con las de la República Democrática del Congo que, día y noche, luchan para defender los derechos humanos, con el exclusivo fin de establecer la justicia», subrayó.

Adzuba incidió en que, con este premio, se reconoce «la labor pacífica de lucha contra la violencia sexual de la que son víctimas las mujeres en tiempos de guerra, en la zona oriental de la República Democrática del Congo, y la lucha contra la pobreza».

«Hoy, la mujer congoleña víctima de los conflictos armados, violentada y violada, ha perdido toda su dignidad y vive en la deshonra. Ella, cuyos órganos genitales fueron sometidos a los ultrajes más viles, condenada a la esclavitud sexual y rechazada por su propia comunidad, lleva 18 años sufriendo: 18 años de tortura, 18 años de destrucción, 18 años de huida errante y desplazamiento, 18 años de pobreza extrema», alertó.

Los ojos también estaban puestos en el arquitecto Frank Gehry, quien protagonizó una dura polémica esta semana y que en la gala fue más comedido.