Íntima y muy familiar. Así fue la primera de las procesiones de la Semana Santa Palentina que se celebró en la jornada de ayer por las calles de los barrios del Ave María y El Cristo. Con bastante puntualidad se abrieron las puertas de la iglesia de María Estela, sede canónica de la Hermandad Penitencial de La Sentencia, para dejar salir al único paso que toma parte en esta procesión:Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, obra de Ventura Gómez Rodríguez, año 2011.
Una pequeña representación de hermanos del resto de cofradías palentinas encabezaba el desfile. Tras ellos, los de La Sentencia, que en sus manos portaban ciriales con los que iluminaban el camino. Uno de los más jóvenes portaba sobre un cojín un pequeño rulo de papel en el que se recoge el texto de la sentencia, por la que Pilato condena a Jesucristo a la crucifixión. El paso, en el que aparece este con las manos atadas y acompañado de un soldado romano que sujeta la cuerda, avanzó lentamente debido al esfuerzo que deben hacer los cargadores. Cabe recordar que este es el único paso de la Semana Santa Palentina que se carga a costal, es decir, con el peso sobre la cerviz de los costaleros, lo que obliga a hacer muchas paradas durante el recorrido, ya que apenas tiene cofrades para dar relevos.
Tres golpes en el llamador indican que deben prepararse para levantar el paso. Es entonces cuando el capataz infunde fuerzas a los costaleros y les da indicaciones para que todo salga perfecto. «¡Todos por igual!» y «¡Al cielo!» fueron algunas de las expresiones que los cargadores escucharon antes de cada levantá. También se pudieron escuchar tímidos aplausos por parte del público que se dio cita ayer a lo largo del recorrido.
Además, el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia avanzó, en esta ocasión en sentido inverso al de años anteriores y con un recorrido ampliado, al ritmo de la música que interpretó la Banda de Tambores y Cornetas del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Hermana Honoraria de la cofradía y que destaca por su alto número de músicos.
Paso a paso, la procesión fue avanzando por el Ave María para detenerse a mitad de recorrido, en la calle Santo Toribio, donde se procedió a la lectura de la sentencia. A continuación, el desfile procesional retomó el paso para seguir con el recorrido previsto y parar de nuevo en la calle Don Pelayo, donde se realizó un acto de oración por los difuntos, para regresar entorno a la medianoche a la iglesia de María Estela.