Acusan a una peluquera de sustraer joyas y dinero a varias clientas

ALBERTO ABASCAL
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La acusación particular solicita para R.M.G.L. cuatro años de prisión como presunta responsable de un delito de robo con fuerza y otro delito continuado de hurto

• La acusación particular sostiene que  la acusada procedió a trocear y romper las joyas obtenidas para venderlas en establecimientos de compraventa de oro de Palencia y Valladolid. La procesada cogió tres billetes de 100 euros que fueron marcados como ‘cebo’.

La propietaria de una peluquería de Palencia  ha solicitado cuatro años de prisión y 6.750 euros de multa para una empleada identificada como R.M.G.L. como presunta responsable de un delito  de robo con fuerza y de un delito continuado de hurto, después de que supuestamente  sustrajera joyas y dinero a clientas del establecimiento.

En el escrito de acusación provisional remitido al Juzgado de Instrucción Número 1 de Palencia, que ha dictado un auto en el que convierte las diligencias previas abiertas en un procedimiento abreviado y al que ha tenido acceso Diario Palentino, la propietaria de la peluquería situada en la zona sur de la capital sostiene que los hechos por los que se acusa a la empleada han afectado negativamente al «buen nombre del negocio», con pérdidas de clientes y los consiguientes daños y perjuicios de carácter moral que ello le ha supuesto.

RELATO. El escrito de acusación, suscrito por el abogado palentino Ignacio Brágimo, relata que los hechos se remontan al 23 de septiembre de 2010, entre las 17,00 y las 23,00 horas cuando la madre de la propietaria de la peluquería y que también está personada como perjudicada en este proceso sufrió un robo en su domicilio particular situado en la avenida de Cardenal Cisneros. Según esta acusación, supuestamente el robo fue cometido por la acusada después de que previamente le hubieran sustraído el juego de llaves en la peluquería que regenta su hija y donde R.M.G.L. prestaba sus servicios como peluquera a media jornada.

Según los hechos relatados por esta acusación, la empleada llevó a cabo «un plan preconcebido» cuando tras haber cogido las llaves del bolso de la víctima, a la que había preguntado inicialmente por su domicilio o su rutina mientras le arreglaba el cabello, se dirigió al mismo tras asegurarse de que no estaba y, supuestamente, se apoderó de una cartera que contenía 800 euros, así como un juego completo de joyas compuesto por gargantilla o collar, una sortija, dos pendientes y una pulsera,  todo ello con un precio tasado por valor de 6.524,89 euros.

Según esta acusación particular, la acusada procedió posteriormente a trocear y romper dichas joyas para venderlas en establecimientos de compraventa de oro de Palencia y Valladolid. La víctima necesitó de tratamiento médico por estos hechos.

Posteriormente, en mayo de 2011, con el mismo proceder y cuando se encontraba trabajando en dicha peluquería sustrajo supuestamente 300 euros que se encontraban dentro del bolso propiedad de una prima de la propietaria que estaba en ese momento en el local. Este hecho fue denunciado por la propietaria de la peluquería ante los efectivos de la Policía Nacional, que ya se encontraban sobre aviso dadas las sospechas que existían sobre la empleada en cuestión.

CACHEADA. Los agentes de Policía, tras personarse en la peluquería, procedieron al cacheo de R.M.G.L. a la que le intervinieron tres billetes de 100 euros cada uno, que habían sido previamente marcados por la regente del establecimiento comercial a modo de cebo de acuerdo con su prima.

En el escrito remitido al Juzgado, esta acusación sostiene que además de los hechos descritos, ya con anterioridad y aprovechándose de las ausencias de la titular de la peluquería la acusada procedió supuestamente a apoderarse periódicamente de pequeñas cantidades en efectivo de la caja registradora, así como de otros productos propios del negocio, causándole un perjuicio estimado de 4.000 euros.

De igual forma, reitera que la procesada supuestamente se apoderó y sustrajo del bolso de varias clientas de la peluquería pequeñas cantidades de dinero, concretamente en tres ocasiones (110, 300 y 240 euros respectivamente, así como unos décimos de lotería).

En el apartado de responsabilidad civil la propietaria del establecimiento y su madre solicitan de la acusada una indemnización global de 27.445 euros en concepto de daños y perjuicios.