El Atlético firmó el pasado sábado su vigésimo segundo triunfo en sus últimos 27 partidos de competición oficial en el Wanda Metropolitano gracias a una fórmula recurrente: las paradas de Jan Oblak, imbatido en casa en 21 de sus 25 duelos más recientes y el liderazgo ofensivo de Antoine Griezmann, motor con sus goles de más de un tercio de los triunfos locales en su campo.

Dos hombres determinantes por enésima vez para el conjunto rojiblanco, que ha transformado su territorio en un fortín casi inabordable, en el que ha sido invencible en 39 de los 42 encuentros disputados tras el traslado desde el Calderón. Solo el Chelsea (1-2), el Sevilla (1-2) y el Espanyol (0-2) lograron llevarse el triunfo del nuevo hogar colchonero, y ante hispalenses y ‘pericos’ no coincidieron el francés y el esloveno sobre el campo. 

Las intervenciones de Oblak impulsan o retienen puntos para los del ‘Cholo’. Sus números, imponentes en cada escenario, lo son aún más en su propio y actual territorio. Al calor de su afición, el guardameta ha jugado ya 37 choques de competición, de los que mantuvo su portería a cero en 25 y de los que solo perdió dos: los citados contra el Chelsea y frente al Espanyol. Con él bajo palos, el Atlético ganó 26 compromisos -11 por el margen de un gol-, empató nueve y recibió 16 tantos, con una media de 0,43 por choque. Esta temporada, no ha recibido ninguna diana en ocho de sus 12 duelos en el Wanda.

En el otro área, el futbolista más determinante en el nuevo estadio rojiblanco es  Griezmann. Autor del primer gol de la Historia del campo, en el minuto 60 del 1-0 al Málaga del 16 de septiembre de 2017, ya suma 22 tantos, además de nueve asistencias en sus 36 partidos de competición oficial. Nadie se acerca a sus registros como local, a los que suma, asimismo, el liderazgo de un equipo que depende de sus dos estrellas.